Es un hecho, en el mejor de los casos, la tontería nos ha durado poco. En el peor, llevas años jodiéndote la vida. Por si no te habías dado cuenta, te enumero una serie de comportamientos que deberemos analizar TODOS. Y mandarlos a tomar por el jander, claro.

1. Compararnos con los demás: mi vecina es mejor madre que yo porque pasa más tiempo con sus hijos, se organiza que te mueres y encima va bien peinada. Mi compañera de trabajo va al gimnasio, no como yo, qué vaga soy. Debería haber elegido un trabajo como el de mi amiga del cole, de 8 a 3 y con doscientos días de asuntos propios al año. Querer ser la más guapa, la más lista, la más feliz.

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2. Salir con alguien que no vale la pena: porque crees que no te mereces nada mejor, porque no quieres estar sola, porque tampoco estás «tan mal» (qué expresión tan HORRIBLE).

3. Descuidar tu salud: durmiendo poco, comiendo mal, estresándote como una bestia, bebiendo demasiado (alcohol, café, Coca Cola…)

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4. Tener en cuenta el «Qué dirán»: vivir tu vida pensando en el de enfrente; pensar que eres muy mayor para algunas cosas; no dar rienda suelta a tus impulsos; no buscar la felicidad cada día de tu vida; querer formar parte de un rebaño que, en el fondo, te importa un huevo; atarte a unos patrones que no sabes de dónde salieron ni quién los inventó, que te sientan mal, que te hacen daño PERO AHÍ SIGUES.

5. Trabajar en algo que no te gusta: porque lo decidiste hace quince años y está mal visto reinventarse, porque adoras esa seguridad que te hace tan infeliz, porque te da miedo lo nuevo y prefieres quedarte inerte antes que tomar las riendas de tu vida.

6. Culpar a los demás de tus desgracias: qué mala suerte, qué casualidad, qué mala es la gente, por qué me pasa a mí esto.

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7. Querer quedar bien con todo el mundo: si me quieren los demás, yo me querré también; si no le gusto a alguien es porque no lo valgo; que nadie se enfade, que nadie se ofenda, que nadie piense mal de mí.

8. Dejar que la rutina te invada: qué cansancio hacer algo nuevo, qué pereza salir a estas horas, para qué pasear, por qué pensar; posponer eternamente ese viaje, esa cena, ese masaje.

9. Vivir en un sitio que no te guste: porque tu pareja vive allí, porque tienes tu vida hecha, porque vaya locura mudarte a estas alturas.

10. No saber decir «NO»: por culpa del número 7, porque te han educado así, porque hay que aceptar lo que viene y decir SÍ  a lo que sea, cual geisha.

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Y podríamos seguir hasta el fin de los tiempos, amiguis, pero de momento con estas nos bastan. La solución pasa, en todos los casos, por lo mismo: DECIDE. Ahora. No mañana ni pasado. Agarra tu vida por los cuernos y haz de ella lo que siempre soñaste.

Y ya me cuentas.

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