‘Te lo digo por tu bien’ suele ser la justificación de un montón de consejos que normalmente, no hemos pedido y que son pullas (no tan ocultas) en toda regla. Cuidado porque todas lo hacemos alguna vez, con mejor o peor intención. Así que si las dices a mala leche, cállate ya. Si no, reflexionemos juntas.

1. ‘Vas muy corta’ ‘Vas muy preta’

Seguramente, tu amiga ya se haya dado cuenta. Especialmente si se pone esa falda una y otra vez. Si tiene dudas al respecto, seguro que te lo preguntará. Diciendo estas cosas ¿no creéis que parecemos nuestras madres/abuelas/profesoras del cole, en sus peores momentos?

2. ‘¿De verdad te vas a comer eso?’

. Se lo va a comer, si está a dieta, te aseguro que se lo habrá requetepensado. Si no lo está, únete, no sufras y compartid unas bacon cheese fries.

3. Amiga flaca a amiga gorda: ‘Buah tía, he engordado un montón’

Amiga gorda levanta la ceja por no levantar la mano.

4. ‘Deberías comer algo más’

Esa amiga que ha sido toda su vida delgada y sabes que come normal, que no tiene ningún tipo de problema. ¿Por qué cada cierto tiempo tienes que recordarle lo flaca que está?

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5. ‘Ya te dije que era un cabrón’

A la hora de dar ánimos hay que tener cuidadito con no sobrepasar la línea del del regodeo en el dolor ajeno. Tu amiga necesita cariño, no que le recuerdes el ojo que tienes y el poco que tiene ella.

6. ‘ ¿Te has liado con ese también? No paras ¿eh?’

Solo te falta decirle ‘eh?, zorra’. A veces, sin darnos cuanta quizá, caemos en estos machismos entre mujeres. Bastante tenemos con el machismo de la sociedad en general, como para que entre amigas nos sometamos a estos prejuicios innecesarios.

7. ‘¿Por qué no te has liado con él? Ay, chica qué sosa ¿eh?’

¿En qué quedamos? La misma libertad que tiene tu otra amiga para liarse con todo pichichi, la tiene tu otra amiga para que no le apetezca liarse con cualquiera. Por las razones que sean, la libertad sexual también es esta.

8. ‘Uy, no te pega nada’

Tenemos la simpática costumbre de decidir qué le gusta o qué no le gusta a alguien. Una cosa es que nos pidan nuestra opinión y otra es que directamente la demos tajantemente. No está de más dejar que la gente nos sorprenda y descubrir que no todo el mundo es tan cabeza cuadrado como nosotros.

9. ‘Bah, ya cambiarás de opinión dentro de unos años’

Hijos, matrimonio, comprar una casa… parece que irremediablemente según creces, vas a cambiar de opinión sobre todo lo que ahora reniegas y opinarás lo mismo que tus amigas opinan ahora, claro. Porque ya crecerás, ahora no puedes entender nada. Nada de nada, inmadura de mierda.

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10. ‘Pero qué llevas puesto’

Que tú no te atrevas a ponerte determinado modelito. A combinar todo a la vez o simplemente a vestir cómo te de la gana, no quiere decir que el resto de la humanidad no pueda hacerlo.

11. ‘Cuánto tiempo tienes, qué envidia’

Hola amiga, mis días tienen las mismas horas que las tuyas. Prefiero que me digas, ‘qué bien te organizas’, qué envidia.
Y desde luego, si tú estás trabajando y tu amiga no. Si le dices esto es para tirarte por un barranco.

He parado aquí, pero ¿cuántos ‘consejos’ recibís y damos al día sin darnos cuenta? Seguro que la lista podría ser muy larga. La sinceridad nunca está de más, pero recordemos que siempre hay maneras de decir las cosas, no hay necesidad de quedar siempre por encima.