12239993_10153799477923945_8576473596337352721_n

 

 

«Cuando aceptas tus defectos, nadie puede utilizarlos en tu contra». He leído esta frase por ahí y me ha inspirado muchísimo.

Estar gorda no es ningún defecto, a pesar de lo que muchos piensan por ahí. Pero a veces sólo quieres adelgazar y entrar en una 38 para dejar de escuchar a todo el mundo gritándote en el oído que está mal que estés así. Para que te dejen en paz. Para poder ser feliz. Y qué pena, porque resulta que la felicidad no está en eso. Y que puede que adelgaces 30 kilos y te quedes fantástica pero tranquila, que ya te sacará la gente algún otro «defecto» con el que machacarte y hacerte la vida imposible. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Pero llega un momento en la vida en el que una ya no ‘tiene el chichi pa’ farolillos’, y empieza a ser consciente de su persona con totalidad. De nuestra belleza, única y especial. De esos puntos a los que sacarles partido: soy el alma de las fiestas, pues exploto eso. Soy una lectora incansable, lo demostraré con mi excelente conversación la próxima vez que coincida con alguien. Tengo unas pestañas larguísimas, dejaré que enmarquen mis ojos esta noche. Lo que sea, pero busca tus puntos fuertes y concentra tus fuerzas en ellos porque esas son las cualidades que te hacen sentir bien, que te hacen ser feliz, que te inflan el autoestima.

Y, a la vez, sé consciente de tus debilidades. De esos mal llamados ‘defectos’. Algunos pueden ser cambiados y mejorados, pero otros quizá no, porque naciste con ellos, o porque simplemente están demasiado arraigados en tu personalidad. Pero quiérelos también, porque son parte de ti. Acéptalos y serás más feliz.

Por eso a mí ya no me afecta que la gente se ría de mi peso. Es más, la primera que hace chistes de gordas soy yo. Y me troncho de mí misma. Ya no me afecta (tanto) porque he aprendido a aceptarme como soy. Y dentro de lo que cabe intento cada día mejorar esos ‘defectos’, pero puede que nunca lo consiga. Así que oye, mientras estén contigo, ¿mejor darles un poco de cariño, no? Porque cuando uno le tiene cariño a algo, no permite que NADIE se meta con ello.

Nunca vamos a ser perfectos, siempre habrá algo que se nos atraviese. Ya sea el peso, el pelo, que no puedas usar lentillas y la gente te diga que sin gafas estarías mucho más mona. Que tengas una carrera profesional envidiable pero no sepas combinar la ropa. ¡Siempre habrá algo! Es imposible ser perfectos y tenerlo todo en la vida, pero que eso no nos impida ser felices, por favor. Mi defecto puede que sea que me encanta demasiado comer: pues me como mis defectos, los acojo y no permito que nadie los use en mi contra :)

Y citando a una de las jefazas, que hacen todo esto posible: ‘Cuando dejamos de agachar la cabeza por lo que somos, el resto deja de utilizarlo en nuestra contra como un insulto. El día que te describas a ti misma como gorda, sin que ello implique nada negativo, habrás desarmado al enemigo‘. Grabémonos esto a fuego, por favor.