Viendo fotografías antiguas en un grupo de wasap de amigas me he dado cuenta de lo tonta que era con 15 años. Han pasado ya 10 años y joder, tenía un culo genial, la grasa justa en la tripa y unas piernas gorditas capaces de lucir una minifalda con estilo (y sin duda el bañador verde de Jessica Gómez me quedaría de vicio). Muy bien pensaréis pero, ¿a qué viene este derroche de autoestima y piropeo? Pues que hace 10 años yo no me veía así.

Seguro que no era la única que me escondía tras una camiseta un poco ancha y un corte de pelo que disimulara mi cara redonda. Segurísimo que la historia os suena pero por mucho que sea común no puedo dejar de enviar un mensaje que cruce al tiempo a mi yo de 15 para decirle que estaba estupenda y que, lo que es infinitamente más importante, era estupenda. Que no tema, que el qué dirán no es más importante que el que dirás y que gustarte a ti misma y sentirte orgullosa de la persona que eres no se puede comparar con una cintura de avispa que nunca tuviste y que, te aseguro, nunca vas a necesitar.

l3vR71pwNTO4dJh3q

Levanta la frente, haz caso siempre (casi siempre) de lo que te aconseje tu madre y nunca dejes de hacer nada por vergüenza. Te conozco mejor que nadie y a los 15 años ese sentimiento atruena en tu cabeza y permites que salga de ella para adueñarse de tus pasos.

Es muy triste que te escriba ahora, sólo porque he visto una foto con una camiseta que hace una década odiabas porque te quedaba mal y con la que, ahora y el paso del tiempo, me has parecido preciosa. Perdóname por no haberlo hecho antes, te mereces cada día que el espejo te devuelva la sonrisa. Y sobre todo nunca olvides que cualquier color te queda bien pero por encima de los complementos estarán tus principios, que esos zapatos con un poquito de tacón (mucho más bajo que el de tus amigas porque tu torpeza así lo ha decidido) no serán los que lleves cuando alcances tus metas y que si a alguien no le pareces lo suficientemente guapa recuerda que por dentro brillas, te lo digo yo que soy mayor.giphy-2

Quizás este mensaje pueda viajar a través del tiempo, a un universo paralelo donde yo tenga aún esos 15 años y lo lea. O no. A lo mejor este mensaje llega en el momento justo, un par de meses antes de cumplir los 26 y con todo el tiempo por delante para aprender a desechar complejos, alejar miedos y ser fiel a lo que late dentro de mí, porque aunque en las fotos no se aprecie, en la vida siempre quedará bien.

Autor: Luz Mar Rebollo