No hay nada más maravilloso, importante y necesario para cualquier chica que LAS AMIGAS. Ya sean aquellas que conociste en el colegio, las de la Uni, las del trabajo, amigas online con las que solo puedes hablar virtualmente porque vivís separadas, aquellas con las que compartiste tu primer disco de los Backstreet Boys, a la que contaste tu primer beso o la que te dio los primeros consejos para hacer una buena mamada. Durante toda nuestra vida llegamos a conocer a muchas mujeres que se cruzan en nuestro camino y que, en la mayoría de los casos, nos iluminan la existencia y nos aportan cosas que nadie más puede aportarnos.

Pero cuando una es gorda, vive una situación especial. No es frecuente que todas tus amigas sean gordas, es más, lo más probable es que seas la única gorda del grupo. Been there, my friend, pero yo he conseguido con los años educar a mis amigas y son las personitas más maravillosas del mundo, por eso hoy hemos hecho esta versión Loversizer de este post de Revelist para que lo imprimáis y se lo peguéis en la nevera a vuestra BFF de talla 38:

1. Sabemos que lo haces sin intención mala pero NUNCA, jamás, te pongas a quejarte de lo gorda que estás delante de tu amiga. Si tienes una jodida talla 36, ¿cómo se te ocurre agarrarte la mínima chicha que tienes delante de tu amiga la de la talla 48 y decirle lo gorda que estás? Te adoramos, pero eso nos hace sentir como una mierda, y sobre todo nos hace sentir la morsa más gigante del Loro Parque, y sabemos que tú no nos ves así.

2. A todas nos encanta ir de compras, pero entiende que en las tiendas donde entras tú, nosotras no entramos, y que probablemente sólo nos compremos accesorios. Aún así, es un momento genial y yo ya hace años que no me deprimo por no caber en la ropa de Strafalarius. ¿Pero qué tal si de vez en cuando me ayudas a elegir cosas guays en Asos Curve o en Forever 21?

Yo le envío fotos a mis amigas de las cosas que me gustan y ellas me aconsejan, además que siempre que ven algo de la XL se acuerdan de enviarme foto para que lo mire! <33333 ¡Empieza a hacer lo mismo con tus flaquis!

3. Cuando nos vayamos a hacer una foto juntas, por favor piensa en el ángulo más favorecedor para todas. Las selfies se hacen desde arriba, palabrita de Kim Kardashian, y en las fotos de grupo la gorda siempre va en medio, ¡nunca a los lados! Todas queremos vernos bien en Facebook y no tener que quitar la etiqueta corriendo para que nuestros contactos no vean la foto.

4. A las gordas no tienen por qué gustarnos los gordos, igual que nosotras no gustamos a todo el mundo. Así que por favor, cuando estemos en la disco, no intentes juntar a tu amiga con el primer gordito simpático que veas. Deja que ella aprenda a ligar por sí misma, que aprenda a sentirse bella en su cuerpo y, sobre todo, que elija con quién quiere pasar un buen rato (o no). Porque, aunque muchos no los crean, ¡oh, sorpresa! Las gordas también podemos elegir y rechazar si así lo consideramos.

5. Me muero por ser una de las damas de honor en tu boda, pero entiende que yo voy a necesitar otro tipo de vestido diferente que las demás… ¿ok? Palabra de honor descartada.

6. Cuando vayamos juntas a la playa o a una fiesta de verano, entiende que tu amiga ha tenido que hacer un trabajo interior impresionante, del que no tienes ni idea, para armarse de valor y ser capaz de acudir a una fiesta en la que tendrá que exponerse en bikini ante mucha gente, incluyendo chicos. Complejos tenemos todas pero ya sabes que para una gorda es una situación mucho más complicada, así que hazla sentir guapa y cómoda y no la dejes sola si no ves que está pasándolo bien y no sentada en una esquina tapada con el pareo cual burka.

7. Tu amiga gorda se habrá puesto a dieta 800 veces, y la habrá roto otras 800, porque eso es así, y no pasa nada. Bajar de peso cuando te sobran más de 20kg no es tan fácil como hacer la dieta del té verde una semana antes de un evento. Es un proceso psicológico y físico gigantesco y requiere mucha compresión y esfuerzo. Así que cuando te diga que no quiere ir a cenar contigo fuera porque está a dieta, no la ridiculices en plan ‘¿otra vez a dieta? A ver si esta vez duras más de un mes’, o ‘mujer, ¡por un día no pasa nada!’, porque esos mensajes sólo consiguen desmoralizarla más. Ponte en su lugar y propón ir a comer a un sitio más sano. Apóyala cada vez que se ponga a dieta como si de verdad creyeras en que esta vez sí va a ser la definitiva, pero también prepárate para estar con ella cuando decida que necesita un trozo de tarta de chocolate, sin cuestionarla. Es tu amiga, y sólo necesita tu apoyo.

8. A pesar de todo esto, si alguna vez se te olvidan estos consejos, te sigo queriendo porque eres mi mejor amiga, joder. ¡Pero procura tenerlos en cuenta!

Estoy segura de que, si son verdaderas amigas y te quieren tanto como tú a ellas, entenderán lo que sientes y ¡harán lo posible para no caer en esos errores! A veces todos necesitamos un pequeño reminder o empujoncito para aprender a ponernos en el lugar de los demás :)

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