Constantemente leo artículos en internet hablando de “que si gordas que si flacas”, “que si tetazas que si no tetazas”, “que si culazos, que si no culazos” y me encantan. Me encantan porque por fín estamos saliendo de un tipo de mujer que nos han impuesto por décadas desde todos los lugares, por que por fín parece que las mujeres se están aceptando a sí mismas, y porque eso es una mentalidad sanísima, tan sana que lo mismo un día encontramos el Shangri la.

Pero oye… yo no soy ni gorda ni flaca, soy una chavala normal, sin tetazas, y con un culazo majo, así que no me termino de sentir identificada ni con lo uno ni con lo otro.

Soy como un collage hecho de recortes, juntando partecitas de distintas personas ¡pero muy bien unidas! (Que si no me lo digo yo…).Soy una tía de las que se ven mil por la calle.

Tengo celulitis, como todo mortal, puedo jugar con mis muslos como Homer lo hacía con su barriga en aquel capítulo en el que parece que empezaba un oleaje al simple toque de su dedo, los pantalones push up del Stradivarius lo único que hacen que no me baje es la sangre,  buscar un vestido es casi tarea imposible (los que me entran de culo no los lleno de tetas y viceversa)  y ,como dice un amigo mío: “Tienes buenas caderas pa’ parir” (él es así xD).

Pero me quiero, ¿cómo no me voy a querer? Me quiero porque aquí estoy, viviendo mi vida pese a todas las adversidades que me ha tocado vivir, haciendo felices a los míos e intentando superarme y seguir p’alante día tras día. Porque al fin y al cabo eso es lo que cuenta, el intentar ser buena gente,y eso se lleva dentro y no se mide ni en kilos, ni en estrías ni en michelines.

A ser felices.