Parece que, poco a poco, las revistas femeninas españolas de tendencias empiezan a acordarse de las gordas. No sé si esto es la respuesta natural a la denuncia social o es que por fin se han dado cuenta de que las personas con cuerpos gordos somos potenciales consumidoras de consejos de moda y se han subido al carro. Tampoco tengo muy claro si esto es buena noticia o no, principalmente porque los, todavía pocos, artículos sobre moda XL están escritos mu’ malamente. Que a ver, nadie nace aprendido, eso es obvio, pero hay determinados temas que hay que tratar con cierta delicadeza y de eso de aprender de los errores nosotras sabemos mucho.

Nosotras, que somos muy así, nos gusta intentar ver el lado bueno de casi todo (aunque como veis también tenemos nuestros debates internos). Pero, después de años de experiencia y de equivocarnos mucho, creemos que existen algunas pautas que tendremos que tener siempre muy presentes a la hora de abrazar la diversidad corporal y la filosofía body positive en nuestras publicaciones:

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Para hablar de cosas de gordas lo mejor es que lo haga una gorda. O por lo menos una persona familiarizada con la filosofía body positive. Importante y obvio.

– Hay que procurar no comparar cuerpos nunca. Lo mejor es ir borrando de nuestro vocabulario apellidos como «real» o «de verdad», que implican que existe una especie de jerarquía en la que algunos cuerpos son más válidos que otros. Así que nada de «curvys de verdad», ni de «mujeres reales», ni de leches… porque que yo sepa no existe ninguna mujer de mentira ni nada que se le parezca.

Si vas a hablar de ropa: HABLA DE ROPA. El tema de los complementos nos lo tenemos estudiadísimo de siempre, son años de perfeccionamiento en la combinación de bolso, pañuelo, zapatos y demás accesorios. Tampoco hace falta que sea todas las prendas que muestres sean discretas; las gordas también tenemos derecho a ser mamarrachers.

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Ponerle la etiqueta de modelo de talla grande a una muchacha que usa una 42 no tiene sentido. Es mucho mejor hablar de diversidad de cuerpos femeninos y punto pelota.

– El valor de las palabras, desgraciadamente, no es neutro y siempre, SIEMPRE, es mejor potenciar que disimular (ojito con esto en los titulares). Y por favor: olvídate de los eufemismos, que en según qué contextos ofenden bastante.

– La moda empodera mucho. Conocer diferentes opciones para poder vestir como te salga del higo al margen de tu talla, da una seguridad difícil de explicar. Por eso tienes que investigar mucho el universo de la moda plus size si no quieres caer en los topicazos de siempre. Afortunadamente cada vez hay más tiendas con variedad de tallas y patrones y si no, te das un paseíto por WeLoversize y ya está.

Arriesga, haz un editorial de moda muy cuidado, que incluya modelos con cuerpos diversos. Y si puede ser en edición impresa mejor, gracias. Luego nos cuentas qué tal la experiencia, la acogida del público y todas las cosiñas.

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Básicamente tenemos que tener muuuuy clarito que somos responsables del imaginario que ayudamos a construir y, por eso, es fundamental tener en cuenta estas pequeñeces que pueden convertir tu artículo en un texto mucho más sensible con esa filosofía que pretendes abrazar.