Todos tenemos (o hemos tenido) en nuestras vidas a ese ser que nos provoca tensión tan solo con escuchar su nombre. Un amigo, un familiar, un compañero de trabajo… alguien que parece siempre emerger en nuestro círculo, cuando menos queremos verle: alguien cargado de energía negativa, de esa que se mete por los huesos y corroe todo.

Y muchos también, hemos tolerado a ese ser o seres, por años en ocasiones. Les hemos permitido ser parte de nuestras vidas, tener peso en nuestras decisiones. No les hemos frenado cuando nos han dicho cosas hirientes, o cuando nos han tratado de maneras que no nos merecíamos.

Porque les hemos querido, o temido, o las dos.

Pero es hora de decir: BASTA.

¿Por qué? Por muchas razones.

1: Simple y sencillo: porque te mereces una vida libre de toxicidad. Al igual que cuidas tu cuerpo para que pueda funcionar de la mejor forma posible, así también debes cuidar tu corazón y tu mente de cualquier influencia dañina que puedan perjudicarlos.

2: Porque te lo debes. El mismo respeto, trato y amor que le ofreces a otros es el que te mereces recibir de vuelta. Si te conformas con menos, te estas fallando a ti misma. Tú vales más que eso.

3: Porque no tienes por qué aguantarle gilipolleces a nadie. Nadie debe venir a molestarte y a decirte que tus decisiones les parecen una cosa o la otra, a menos que pidas su opinión. No aceptes que sobrepasen tus límites: te mereces más que eso.

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4: Porque la vida es muy corta para estar lidiando con personas que la hacen más fría, más triste, más pesada de sobrellevar. La vida es para ser feliz, no para llorar más de lo que nos toca por cuenta de seres que no saben mantener su fluido tóxico dentro de su propio sistema.

5: Porque eres libre, LIBRE, y a quien no le guste, QUE SE VAYA A FREIR ESPÁRRAGOS. Eres quien eres hoy por todo lo que has pasado hasta llegar aquí, y no tienes por qué someterte al juicio parcial de gente que no se merece tu cariño, ni tu compañía.

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Sea quien sea ese ser tóxico en tu vida, dile adiós hoy. Quizás tengas que seguir viéndole el careto, pero no le permitas que te haga sufrir más. Porque TÚ vales mucho. Vales muchísimo más que las críticas de esa persona, más que todo lo que nadie pueda argumentar en tu contra para hacerte sentir menos capaz, menos fuerte, menos digna, menos hermosa.

Vales mucho porque eres un ser humano lleno de potencial, sueños y anhelos para llenar el mundo de todo lo que le hace falta: amor.

Empieza por ti.

Hoy, ÁMATE. Di que no a la toxicidad.