¿Qué os parecería que en vuestro lugar de trabajo empezara a circular una guía editada por los jefazos en los que se cuestionara vuestra manera de vestir, peinaros, maquillaros e incluso OLER, sugiriendo que debíais mostrar una imagen «conservadora»,  evitar llevar prendas «que atraigan las miradas» , oler como mujeres «profesionales» o tener «cuidado al repartiros los brochazos»?

cachete

Parece una coña, pero…esto es España chicas. Y aquí la realidad suele superar la ficción más surrealista.

No estamos hablando de la empresa de Congelados Gómez, o de la panadería de tu tío Pepe, estamos hablando de una empresa pública, nada más y nada menos que el Ministerio de Trabajo, los cuales se han liado la manta a la cabeza promoviendo semejante aberración de guía para controlar el aspecto de sus trabajadoras. Insisto, únicamente a sus trabajadorAS.  Ya sabéis, las mujeres, imprudentes y seductoras por naturaleza. El sexo débil y que incita al pecado.

Dicha guía, por razones más que obvias, ha sido retirada al poco de salir ya que han sido bastantes las asociaciones y sindicatos que han protestado por su evidente cariz sexista (ahora os cuento más) y por ese tufillo que apestaba a una mezcla de Manual de la Buena Mujer de Falange y 1984.  A buenas horas, Fátima, vaya metida de gamba.

fátima bañez

Quizá haya alguien que pueda pensar que no es tan grave el indicar unas medidas generales de adecuación a la hora de vestirse, maquillarse y peinarse para ir a trabajar. Bueno, es evidente que en ningún puesto de trabajo (exceptuando el de striper) es aceptable el presentarse en la oficina con un tanga de pedrería, plataformas y un sombrero de plumas. Hasta ahí, de acuerdo. Lo que empieza a apestar es cuando se te indica con todo lujo de detalles lo que debes o no debes usar (incluyendo el tipo de tejidos y estampados, ojo!:) y cuando además dichas indicaciones tienen una argumentación sexista e incluso ofensiva.

Atención a esta perla:

“Los vaqueros y, en general, todo tipo de prendas ajustadas al cuerpo son para gente joven y de complexión delgada”.

esta puta está loca

¿Está tu aroma a la altura de lo que el Ministerio considera profesional para una mujer? Comprúebalo.

«En principio, no deberíamos acudir al trabajo con perfume. Si queremos que nos tomen por lo que somos, unas profesionales, usaremos en las horas de trabajo una fragancia fresca y ligera».

asentir kim

(Teniendo en cuenta que para las dependientas de perfumería el 100% de lo que venden se describe como «fresco y ligero», vais a tener un serio problema a la hora de elegir colonia)

¿Dudas entre ponerte hoy tu camisa con cuadrito vichy o ese kaftán tan mono con florecitas? Antes de nada, lee.

“Evitaremos telas con los adornos muy elaborados y colores muy llamativos durante el día, especialmente por la mañana, la tarde es más permisiva. Jamás iremos al trabajo con este tipo de tejidos”

¡Joder,  qué estrés! Me voy a por la túnica de Sor Irene, ok. Pero..¿los zapatos de antelina me los podré poner,no? ¿Tú que dices, Miss Bañez?

«El bolso, el cinturón y los zapatos serán de piel y de diseño discreto, nunca puntos focales de atracción de miradas. Deberán combinar en tamaño, diseño y color con el resto de nuestra indumentaria. Al trabajo tampoco se acude con tacones de aguja de seis o siete centímetros de alto por motivo de estética y de profesionalidad».

ummm-no

Y cuidadín, amantes del maquillaje. Que nosotras tampoco nos libramos de la lupa ministerial. Tomad nota.

“El maquillaje debe ser siempre discreto y natural. Independientemente de cuál sea nuestro ámbito laboral, jamás iremos a trabajar con la cara como si acabáramos de salir de la cama”

En eso estoy de acuerdo, mi cara recién levantada podría lograr la evacuación directa de una oficina entera. Eso dí, lo siento por las que no os guste el maquillaje..¡ya veis que es orden ministerial!

Para proyectar «una imagen elegante y conservadora», el manual insta a las mujeres a «ser prudentes a la hora de repartir brochazos» con el maquillaje.  Mierda… con lo que me gusta el bronceado caribeño a base de polvos en pleno enero. Nos recuerdan además que  «es de pésimo gusto retocar el maquillaje o vestirse delante de los demás, aunque sean personas de confianza».

Si fuerais unas mujeres comodebeser, sabrías ya perfectamente que retocarse el pintalabios delante de una compañera es un acto obsceno, grosero y ofensivo. Y de quitarse el jersey cuando hace calor ya ni hablamos. MARRANAS.

Manda narices, ahora ya en serio, que el Ministerio de Trabajo, coautor y emisor de este maravilloso compendio de gilichorradas sea el que, oh sorpresa queridas españolas, está teóricamente al cargo de prevenir y denunciar las discriminaciones sexistas en el trabajo. ¿Qué alivio, eh?

Fátima, tenemos un mensaje para tí.

cállate

Fuente: eldiario.es