Hay dos tipos de comentarios que nunca faltan en cualquier noticia en la que haya algo relacionado con el mundo gordo, tallas grandes, curvy bloggers etc:

1. El experto en salud que viene advertirnos sobre los riesgos de la obesidad.
2. El delgado diciendo que los delgados sufren tanto como los gordos.

Sobre los primeros, hemos hablado mucho y nos resbalan ya bastante. Pero los segundos, van cada vez a más y la verdad, que estamos viendo como se está yendo de madre últimamente. Incluso ya con modelos de las detoalavida, vamos, delgadas, quejándose de que les llaman flacas. Cuando es la propia industria de la moda la que le exige estar delgada.
(Tal vez, ojo, se nos ocurre así a lo loco ¿eh?, que las ‘curvy’ cada vez están más de moda y claro, con el pan -integral- no se juega).

Desde luego que tan mal está preguntarle a un gordo si solo come donuts, como decirle a una chica delgada que necesita un cocido. Y cuando esto sucede somos las primeras que no lo aprobamos. Pero ante una simple noticia de alguna blogger de tallas grandes o incluso sobre gordofobia, no entendemos ni entenderé jamás por qué una persona delgada siente la necesidad de saltar.

¿Hablar de gordos le incomoda? ¿Se siente insultada? ¿No le gusta que se hable de moda que no le sirve?

Llevamos toda nuestra vida esperando nuestro momento, por fin nuestros culos gordos están de moda, por fin hay más opciones para comprar ropa bonita de nuestra talla, por fin estamos consiguiendo que la gente deje de usar gordo como insulto. Pero parece que a hay gente que le molesta, le irrita. Que quiere minimizar el sufrimiento de las niñas y adolescentes.

guerra1Gordas y menos gordas, juntas y felices. Sí se puede.

Que nos dicen que exageramos. ¡Exageramos! Nos pasamos de dramáticas cuando os contamos que hemos dejado de ir veranos enteros a la piscina, a la playa y casi a ningún sitio, que nunca hemos podido comprar unos vaqueros en las mismas tiendas que nuestras amigas o directamente en ninguna tienda, o que todos los días llorábamos solas porque un grupo de niños nos había llamado gordas. En fin, si sois lectoras de esta web, sabéis de lo que hablo. De todas esas, ‘exageraciones’ que hemos sufrido.

Hemos recorrido un camino largo, en lucha constante con nuestra autoestima, ahora que nos llevamos bien con ella, no paran de saltarnos comentarios que vienen a decirnos que tampoco ha sido para tanto, que las delgadas también han sufrido como nosotras. Que no hagamos apología de lo gordo, que así marginamos a las flacas. Que hay que ver que qué gordas tan gordas sacamos en la web. Y por supuesto, ante la mayor presencia de mujeres gordas, diferentes a las que estamos habituados a ver en las revistas, la gente se revuelve y nos dice eso de que todas las mujeres son reales, no solo las gordas (cuando somos las primeras que aborrecemos esa expresión).

Las mujeres reales de Dove, de plástico ya sabemos que no son, Dove, gracias

Por eso mismo, porque TODAS somos reales, todas debemos estar unidas y saber valorar los problemas de las demás. Esto no es una guerra. Alegraos con nosotras de que ahora nos parezca mejor plan ir a la playa con vosotras, de que podamos comprarnos el mismo estilo de ropa, de que leamos webs y blogs y veamos modelos más parecidas a nosotras (de la prensa tradicional, mejor ni hablamos).

Alegraos con nosotras, no despreciéis nuestro sufrimiento, comprendedlo, no se trata de quién ha sufrido más o menos. Si hemos pasado peor infancia que vosotras, no os sintáis mal, ahora es nuestro momento y queremos que estéis con nosotras. Si tenéis que enfadaros, indignaos por la imagen estereotipada y cosificada que nos quieren imponer, esa es la lucha de todas, ahí es dónde debemos estar. Gordas y flacas, cada una con sus problemas, cada una con sus ventajas.