Y es mi cruz, joder que si lo es.

Os pongo en situación, tengo 32 años, siempre he sido un tío fuerte. Ya con 9 años se me marcaba la tableta y nunca he necesitado ir al gimnasio para aumentar musculatura, pero por cosas de la vida le pillé el gusto y ahora se me podría considerar un «mujombre» de esos (es lo que me dicen las mujeres cuando me conocen, y lo odio). En cierto punto hasta podría compararme con las personas que sufren de «marginación» por su tipo de cuerpo, siempre me he visto juzgado y criticado por ello. Un cachas de gimnasio es sinónimo de cabeza de guisante, a tener un intelecto bajo cero y a solo servir para levantar pesas y follarse a buenorras, ¿no?

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Pues no, esto va como con los gordos, los delgados, los altos y los bajos; personas con una baja capacidad intelectual las hay en todas partes, y personas a las que les gustan las gordas, también. Me da por culo tener que justificarme siempre, mis colegas me machacan a diario, y es que JAMÁS lo he ocultado. En mi vida he estado con mujeres de todos los tamaños y colores, pero se repiten las carnosas, y no es por una filia o una obsesión ni nada por el estilo. Hay tíos a los que les gustan las rubias, a otros las delgadas, a otros las bajitas, a mí no hay nada que más me guste en el mundo que ir de la calle con la mujer que quiero y que además al abrazarle note todas sus curvas pegándose a mí.

¿El problema? Cuando entro a una tipa de carnes generosas se cree que le vacilo. Me pillé como un idiota de una mujer preciosa, debía pesar unos 115 kilos, los tenía muy bien puestos: culazo, tetazas, y una barriga que me apetecía morder cada vez que se ponía algo ajustado. Quise tontear con ella pero no hubo manera, se mostraba siempre arisca y sin ganas de hablar, y respeté su decisión pensando que no estaba interesada en mí, que no le gustaba; pero un día me llegó una solicitud de mensaje a FB y era ella. Lo que me dijo me dolió bastante, me dijo que por favor dejase de hablarle y de reírme de ella, que ya era suficiente, que en su vida lo había pasado muy mal con la peña por su gordura y que cada vez que le miraba se sentía con 100 kilos de más. Por mucho que intenté explicarme, no pude hacer nada.

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Y así podría contaros mil historias, sobretodo por internet, de chicas a las que entro y el tonteo es recíproco, pero que en el momento de quedar desaparecen o me dicen que no podemos quedar porque «dónde va un cachas con una gorda». Y no os dais cuenta, que estáis cayendo en todo lo que criticáis; juzgáis a las personas por su físico como el resto hace con vosotros. Solos bajáis el «listón», vuestras expectativas. Joder, si os mola un tío cachas, ¡id a por el cachas! Nunca sabéis lo que puede pasar. Lo mismo si os gustan los pelirrojos o los tuertos, no sé, no categoricéis porque al final estáis haciendo lo mismo que el resto.

Sé que es complicado, sé que a muchos os han jodido por vuestro físico, pero quería exponer mi caso para que sepáis que siguen habiendo personas a las que nos la comen vuestros kilazos de más y que hasta yo, con un físico que entra dentro de los cánones de belleza impuestos por la sociedad, tengo que sufrir esa mierda de imposición y no poder tener a la mujer que quiero.

Autor: Xavi.