Atrás quedaron las épocas en las que ser gordo era sinónimo de salud, riqueza y belleza. La época en la que el ideal de belleza femenino eran las Tres Gracias de Rubens, la época en la que el físico de un hombre o una mujer era irrelevante. La época en la que Marilyn Monroe era un mito erótico… Y llegó una época en la que hombres y mujeres eran juzgados por su físico como si ser gordo fuera un impedimento para ser un buen estudiante, para ser un buen profesional. Actores, cantantes, presentadores han visto cómo sus cambios físicos han sido juzgados y criticados públicamente, cómo sus carreras se han visto afectadas por esos kilos de más, cómo el hecho de haber engordado ha supuesto un menosprecio por parte de la sociedad.
En Weloversize, siempre a la caza de artículos gordofóbicos e innecesarios, nos hemos topado con este ‘artículo’ (por llamarlo de alguna manera), que nos muestra a 10 famosos que ‘se han comido a sí mismos’. Qué título tan original, creo que esa expresión la usábamos en mi colegio con 10 años… El ‘artículo’ (como siempre, de autor desconocido) nos muestra un curradísimo párrafo en el que nos describe el contenido del mismo, y 10 fotos del antes y el después de varios famosos, de los que ni siquiera indica el nombre. Un trabajo de investigación serio y contundente que ha dado pie a un artículo veraz, interesante y absolutamente necesario para todos. Captáis mi sarcasmo, ¿verdad?
Lo que el artículo no nos cuenta es que detrás de cada una de estas fotografías hay una historia. Anorexia, trastornos alimenticios, el paso de ser un niño a ser un hombre, el paso de ser una chica a ser una mujer adulta, la evolución natural de un cuerpo humano, personas que se han cansado de sacrificarse sin apenas comer para entrar en unos cánones de belleza y han decidido empezar a disfrutar de la vida.
Jessica Simpson no es mejor o peor cantante con 10 kilos más o menos, hasta donde yo sé las mejores cantantes de ópera no son precisamente delgadas. Russell Crowe nos puede seguir reventando a todos Gladiator-style sin su tableta de chocolate. Mariah Carey sigue teniendo un vozarrón espectacular con 10 kilos y 10 años más. Haley Joel Osment creció y ahora es un adulto, con una constitución que quizá no estaba dispuesto a sacrificar para ser más delgado. Christina Aguilera pasó una anorexia en su época más delgada (con ese físico que todo el mundo admiraba), pero por alguna razón se sigue criticando que engordara. Kirstie Alley nunca fue la más delgada, pero cuando sólo era la tía con tetas y culo bien, luego ya si engordas de todo lo demás, mal. Val Kilmer ha engordado con los años, ¿y?, sus capacidades como actor no se han reducido de manera inversamente proporcional a su aumento de peso…
Dejemos de juzgar a la gente por su físico, dejemos de utilizar frases como ‘Se ha comido a si mismo’, ‘Se ha descuidado’, ‘Parece que va a reventar’… Dejemos de cuestionar los motivos por los que alguien engorda o adelgaza, porque si nos atrevemos a juzgar así a gente que no conocemos, ¿qué no haremos con la gente que si conocemos?, ¿nos atreveremos a juzgar sin pestañear a ese niño que ha vuelto más gordito de las vacaciones de verano?, ¿criticaremos sin preguntarnos el por qué a esa compañera de trabajo que ha ganado unos kilos?, ¿nos reiremos del chico gordo que intenta disfrutar como los demás de una noche de marcha? Vamos a intentarlo, vamos a intentar pensar que detrás de cada persona, de cada cambio, hay una historia. Vamos a intentar no juzgar a los demás por su físico. Todos tenemos mucho que ganar.
