Hola! Soy Alma,

Me estoy leyendo vuestro libro Gordi Fucking Buena, fue un regalo de un gordi que todo el mundo acepta socialmente y nadie le dice que es guapo de cara… Aunque el artífice real es mi novio que no es gordi y lo más irónico de todo es que yo tampoco. Siempre he sido ese 1,58 cm, escueta de carnes a la que la abuela le dice: «que flaquita… Eres muy mona, pero casi das penita». Y tu te quedas con cara de moco. Ahora tengo 28 años, el mismo 1,58 cm y la misma poca chicha por mucho que la abuela se empeñe en ponerme el plato más grande (¡Ojo! Que me lo acabo).

No sé si pensareis: «Esta niña es tonta ¿En serio viene a contarnos que tiene una 36?» Ni mucho menos es mi intención. Porque la realidad es que me encanta cuando decís: «Recordad que todos tienen sus complejos, si no es el acné, son los dientes separados, si no…» Y la verdad es que verdad. Cierto e indiscutible. Vuestro libro es una oda al amor propio, a subir niveles de autoestima, te ríes, lloras e incluso te avergüenzas. Sí, te avergüenzas al darte cuenta que sonreírle a la vida no es cuestión de físico, sino que es de actitud. Parece simple, pero nadie mejor que vosotras sabéis que no lo es. Pero a la vez, nadie mejor que vosotras para hacerlo entender.

Que yo he tenido más complejos que refranes el refranero español. Sobre todo en la adolescencia, acné, aparato y sí, era la Barbie pero de forma despectiva, me lo decían como un escupitajo, creedme. Parece el mundo al revés pero lo viví en mis propias escuetas carnes. Todo eso ya desapareció, me quiero como soy, si engordo un poco, ¡pues ea!, mi abuela está más contenta, si adelgazo, pues nada chica… La verdad es que apenas me doy cuenta si esto pasa en algún momento, hace años que no me subo a una báscula.

Total, que todo este rollazo es para deciros que sois un encanto, que merece la pena leeros, que habéis conseguido que me quiera un poco más a mi misma y que pienso que os tendría que leer todo el mundo. Para que la palabra gorda deje de ser despectiva, para que mujeres de cualquier físico y condición se quieran y, sobre todo, quieran y acepten a otras mujeres (porque para mí somos los jueces más duros). También quiero daros las gracias por hacer todo esto. Y perdón, por si algún día no tuve en cuenta los sentimientos de mis amigas gordibuenas y dije aquello de: » con lo mona que eres de cara». No recuerdo sí lo he hecho pero estoy segura que en algún momento ha pasado.

Así, que todo esto se resume en un:

¡Ole!, gracias, lo siento.

Atentamente,

Una flaquibuena que se siente identificada con miles de gordibuenas y que espera que cada día se vistan con la mejor de sus sonrisas y su estampado favorita. Estoy segura que con personas como vosotras mi deseo se hará realidad.

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