Ser madre nunca ha sido la ilusión de mi vida (igual que nunca había soñado con el día de mi boda) así que siempre imaginé que no iba a ser la mejor madre del mundo. Sin embargo, nunca pensé que en tan sólo 21 días de vida que tiene mi retoño me iba a sentir #malamadre tantas veces. La idea que yo misma tengo de una buena madre o de lo que me imagino que hacen las Madres Ideales no concuerda con lo que yo hago o me pasa a mí, pero tengo que reconocer que está todo en mi cabeza y tengo que cambiar el chip. Otras veces, la gente a tu alrededor se encarga (consciente o inconscientemente) de informarte amablemente de que no sabes cuidar de tu hijo y que lo estás haciendo fatal.
Lo curioso es que luego hablando con otras madres te das cuenta de que no es que tú seas #malamadre sino que, hagas lo que hagas (lo que tú estás haciendo o todo lo contrario) está mal y es criticable. Es así. Sinceramente, en vez de tanta clase pre-parto, estaría bien que nos dieran clases de «me-entra-por-un-oído-y-me-sale-por-el-otro» porque hay para todas. Veréis.
Se supone que el día que nace tu hijo es el día más especial de tu vida
Pues mira, si tuviese que elegir un día para repetir como el Día de la Marmota, no sería este. En muchos casos, el ingreso en el hospital empieza con un enema. A partir de ahí, os podéis imaginar. Pinchazos, contracciones, dolor, aburrimiento, y en mi caso cesárea de urgencia casi sin anestesia. Sinceramente, he tenido días mejores. «Pero luego y nace el bebé y te olvidas de todo». Pues tampoco exactamente, en los primeros días, estaba tan dolorida y cansada del parto y tan tensa y agobiada por tener un bebé que no sabía cómo cuidar que la ansiedad podía por todo. Simplemente daba biberones y cambiaba pañales y adelante. ¿No tendría que estar sintiendo el amor más grande del mundo mundial? Pues no, sentía nervios, miedo, ilusión, esperanza pero no amor. Resultado: #malamadre.
Lo mejor es la leche materna
Estoy segura de que ningún polvo artificial sustituirá algo natural como la leche materna. Pero a muchas mujeres no nos apetece dar el pecho: porque no tenemos ganas, porque queremos compartir la tarea con nuestra pareja, porque nos da vergüenza sacar la teta por el mundo, porque queremos dormir más de 3 horas seguidas… Para mí, todas son válidas. Pero según el mundo, debes dar una explicación. «¿No vas a criar a tu hijo? ¿Y por qué no? ¿No puedes?» PORQUE NO ME SALE DEL COÑO.
¿Y si haces lo contrario? También mal. Las mujeres que deciden dar el pecho no lo tienen mucho más fácil, ella oyen «¿y cómo sabes que estás comiendo bien?, ¿no le estarás malcriando dándole teta a demanda?, ¿aún le das pecho tan mayor? y ¿no te da vergüenza sacarte la teta en cualquier lugar?» Veredicto: hagas lo que hagas, #malamadre.
Cuando tienes un hijo, lo demás no importa
Hola me llamo Agnès y confieso que en mi maleta del hospital me llevé mi plancha del pelo, mi neceser del maquillaje y mi perfume (caro carísimo). Y lo peor que es que me peiné, me maquillé y me perfumé. Cada día. Tuve a mi hijo a las 4 de la mañana y hasta las 12 del mediodía no me dejaron levantar (de hecho, me ayudaron 3 personas a levantarme de la cama). Sin embargo, una vez estuve levantada, lo primero que hice fue ducharme (con ayuda) y coger un espejo para pintarme el ojo. Serán cosas mías, pero no sabéis lo #malamadre que me sentía. ¿Qué tipo de madre es capaz de separarse de su retoño de pocas horas para ponerse a pintarse los labios?
¿Y si te entregas a cuidar a tu hijo y pasas del maquillaje? Fatal también. «Porque seas madre no tienes por qué descuidarte, tienes que cuidar tu aspecto para tu pareja, primero de todo eres mujer». Tranquilas Malas Madres, que hay para todas.
¿Y dónde duerme el bebé?
¿Colecho? Co-¿qué? No quiero dormir con mi hijo. Primero que, con 50 centímetros que mide, me da miedo aplastarle. Segundo, en mi cama solo quiero a mi marido (y, en verano, a un metro de distancia, que hace calor). Quiero que mi hijo duerma en su cunita y, en unos meses, en su habitación. Quiero independencia e intimidad. Y me siento fatal por ello. Lo confieso, me he leído el libro del Método Estivill y ni siquiera me pareció mal. ¿Es grave doctor? ¿Soy un monstruo? En ningún lugar ponía «cierra a tu hijo en su dormitorio y que llore hasta que se canse». Yo no lo interpreté así pero se supone que si lo aplico traumatizaré a mi hijo. Aterrada estoy.
¿Y si lo metes en tu cama? Ni se te ocurra o vas a criar a un niño totalmente dependiente, débil e infantiloide, además de quedarte sin vida de pareja (porque ya sabemos todos que solo se folla en la cama). Malas Madres everywhere.
Tan pequeño y ya va a la guardería
Sí, es lo que tiene: la baja maternal en España dura solo 4 meses (15 afortunados días en el caso de los padres). Si quieres más, dejas de trabajar, te pides una excedencia y pones tu trayectoria profesional en pausa. ¿Y si no tienes abuelos canguro o no quieres dejarlos todos los días con ellos? ¿Y si quieres seguir trabajando o no tienes más remedio? Nadie debería sentirse culpable por llevar a sus hijos a la guardería CUANDO SEA, ya sea por elección o porque no tienes otra opción. No eres peor madre por reincorporarte al trabajo ni por necesitar que alguien se haga cargo de tu hijo algunas horas al día.
Pues me quedo en casa y lo cuido yo. Madre mía, qué atraso, con todo lo que han luchado las feministas y van estas madres modernas y dejan sus trabajos para cuidar de sus hijos. Lo siento queridas Malas Madres, no acertaréis nunca.
No quiero a mi hijo más que a mi chico
Toma ya. Lo he dicho. Me he marcado un Pedroche. Por suerte, no tengo un millón de seguidores en Twitter para lapidarme. Cuando leí las declaraciones de Cristina Pedroche, me faltaban pocos meses para parir así que decidí esperar a ver qué pasaba. En secreto pensé que a mí me pasaría lo mismo y la defendía mentalmente. No me voy a poner a juzgar yo si su relación con David Muñoz (que me cae fatal, ya que estamos en plan sincero) es sana o no o blablabla. Pero sí estaba asustada de que la persona más importante de mi vida pasase a segundo plano pero también de que no fuese así porque entonces querría decir que no quiero a mi hijo «como hay que quererlo». No entiendo porque hay que comparar o elegir. ¿A quién quieres más a papá o a mamá? Veo a mi hijo y se me derrite el corazón y solo quiero cuidarle, quererle, protegerle y hacerle feliz. Lo que siento por mi chico es MUY diferente pero no le quiero ni una pizca menos. Queridas #malasmadres seguro que ya sabéis que el amor se multiplica, no se divide.
¿Entonces en qué quedamos? Quedamos en que hagas lo que te salga del toto porque actúes como actúes siempre va a haber alguien dispuesto a criticarte, especialmente si eres madre porque ya se sabe que de maternidad y política somos todos expertos. Haz lo que te haga feliz a ti y a tus hijos, lo que te haga sentir bien, lo que sea coherente con tus valores. Ser madre no es un concurso de popularidad, no te van a dar un reporte de notas a final de trimestre ni tienes que demostrar nada a nadie. Ya sabes, haters gonna hate (y seguro que lo estás haciendo fenomenal).
