Aunque el título parezca engañoso, este artículo no tiene nada que ver con atacar la autosuperación.
Soy de la firme creencia de que debemos intentar dar lo mejor de nosotros mismos en cada momento, e intentar siempre crecer como personas en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Comenzaré tratando de ilustrar una sensación con una anécdota del instituto:
Cuando estaba en 4º de la ESO, tenía una profesora de historia (asignatura que me gustaba mucho) que por algún motivo que desconocía -en aquél momento, pero eso es otra cuestión- me detestaba… Siempre había sido una chavala medio friki y, exceptuando las matemáticas, con unas notas muy muy buenas. Hasta que en mi segundo examen del curso -del que había salido muy satisfecha- me encontré con un 6 mirándome desde la página. No me quejé, algún motivo habría. Mi reacción fue redoblar mis esfuerzos para estudiar para el siguiente… que vino con un 6,2.
Hice lo que no había hecho hasta entonces: preguntar y comparar mi examen con el de mis compañeros… encontré 8, 9, 10 en otros folios, con respuestas incompletas y peor redactadas que las mías. Era una cría y había hincado los codos como si no hubiera un mañana, casi lloré de frustración.
Mi madre -por norma general siempre de parte de los profesores- decidió ir a hablar con dicha señora, que le soltó en su cara la siguiente frase:
“-Es más lista, NO LA PUEDO CALIFICAR COMO A LOS DEMÁS”
Conclusión, lo que estaba “bien” para los demás, en mí no lo era tanto, mi esfuerzo valía menos que el de los demás, mis resultados valían menos que los de los demás.”
He vuelto a vivir esta situación en mi vida, referente a mi aspecto físico. Mido 1,60 y peso 70kg. Llevo una 42-44. Tengo algo de sobrepeso -y estoy trabajando en ello-, y por supuesto que me encantaría perder diez kilos, pero la gente a veces ni se plantea la cantidad de aspectos de la vida en que eso afecta.
ESTOY HASTA EL CULO DE TENER QUE HACER TODO MEJOR PARA QUE LOS DEMÁS, “EN SU BENEVOLENCIA”, PASEN POR ALTO EL HECHO DE QUE ESTÉ GORDA.
-Harta de intentar superar “un trabajo bien hecho” y sustituirlo por “excepcional” para que no le den mi puesto a una chica delgada.
-Harta de que se suponga que siempre tengo que ser cortés, paciente y agradable los 365 días del año (soy una perra el día extra de los bisiestos), porque la bordería sólo es aceptable (¡Y hasta SEXY! -que lo he escuchado-) en una mujer guapa y que cumple los cánones.
-Harta de ser la chica inteligente e interesante (que lo soy, oye) “a diferencia de las otras mujeres con las que he estado” -que luego descubres se caracterizaban por básicamente estar buenas-
*Corolario: HARTA de escuchar que “ojalá todas las mujeres fueran como tú”, pero sin ser tú, o sea, quiero una tú, pero flaca, para llevar, por favor.
*Corolario 2.0.: “Con lo guapa que eres de cara…” ← sin comentarios. Se ha hablado aquí de esto hasta la saciedad.
… Podría seguir, pero se haría el tostón muy largo.
En resumen, que estoy ya hasta el culo de que parezca que tengo que sacar a pasear mis muchas virtudes -que las tengo- y exponer cada una de mis cualidades para TENER LAS MISMAS OPORTUNIDADES, esforzarme el doble por EL MISMO RESULTADO. Si no soy modelo, actriz o tengo ninguna profesión que implique que lucro con mi aspecto físico, ¿Por qué tengo que pasarme la vida compensando que no soy delgada?
Una buena persona es una buena persona, alguien inteligente o agradable ES INTELIGENTE O AGRADABLE, dos más dos es cuatro, y no debería importar cuánto pesa el que hace la suma.
Flor Igielski
En las fotos: Nadia Aboulhosn
