Los domingos deberían ser días tranquilos y contemplativos. Pero no, las malas personas no descansan ni domingos ni festivos y hoy nos despertábamos con un Trending Topic espeluznante: #MásAnorexiaMenosGordas. Muchas fuisteis las seguidoras que os pusisteis en contacto con nosotras para informarnos de lo que estaba sucediendo en Twitter y nosotras, horrorizadas, no supimos muy bien como reaccionar en un primer momento y, desde luego, no queríamos darle más publicidad a semejante despropósito. ¿Cómo podía ser que semejante hashtag se estuviera viralizando tanto? ¿Está el mundo tan enfermo?

Pero respiramos tranquilas al ver que la mayor parte de los comentarios reprobaban el mensaje original. Creando incluso otro hashtag #MasInteligenciaMenosSubnormales que, sin ser lo más acertado del mundo, nos parece una buena iniciativa. ¡No está todo perdido!

Lo peor fue cuando, al investigar un poco, llegamos a la cuenta de Aless Gibaja y vimos el siguiente tweet:

 

Al poco tiempo varios medios se hacían eco del trolleo al que se había visto sometido el famoso twittero. Ósea, que algún “gracioso” dedicó su tiempo libre a currarse un montaje emulando un tweet de una celebrity, conocida por su lucha en contra de cualquier tipo de bullying, y filtrarlo en las redes solo por joder. Triste realidad.

Lo peor es que muchos usuarios de Twitter no creyeron las explicaciones de Aless y llevan toda la mañana cargando contra él, llegando a mandarle fotos de auto-mutilaciones culpándolo de todo e incluso fotografías de chicas orgullosas de su supuesta anorexia. No podemos imaginar el día que debe llevar el pobre muchacho, queda claro que hay que tener mucho cuidado por estos mundos del internet…

La usurpación de personalidad para cualquier cosa nos parece algo deleznable y apoyamos 100% a Aless Gibaja en esto (porque nos parece impensable que un ser de luz como él pretendiera difundir semejante contenido), pero si nos limitamos a analizar el mensaje del hashtag no podemos hacer otra cosa que seguir llevándonos las manos a la cabeza: hacer apología de la anorexia en cualquiera de sus formas debería estar penado por ley porque, pese a ser un tema bastante delicado, me atrevo a decir que no se deben permitir estas barbaridades en nombre de la libertad de expresión. Aunque es muy difícil poner puertas al campo, hay que evitar en la medida de lo posible que este tipo de contenidos lleguen a viralizarse hasta este punto y, en este sentido, sería necesario la existencia de algún tipo de mecanismo que pudiera bloquear determinados tipos de contenidos, por el bien de todos.