Tener problemas de autoestima no tiene por qué estar ligado a tener veinte kilos de más, pero se han dado casos de gente que se cree peor que alguien solo porque está más gorda. Sirva yo misma de ejemplo. Aunque este suele ser un problema bastante ligado a la adolescencia, el recuerdo de aquellos años mozos, la presión social, la inseguridad que es como Rexona, porque nunca nos abandona, o que a veces todos nos hemos comportado de manera un tanto gilipollas sin motivo aparente, todavía hace que de repente me encuentre diciéndome a mí misma «no aspires a tanto, que al fin y al cabo tú estás gorda». Y no os podéis imaginar lo que me jode.

La última vez que compartí mis pensamientos con vosotros os hablé de una app para ligar llamada Lovoo. Sinceramente, en los últimos dos  meses esta app me ha hecho pasar tantos ratos muertos de jijí jajá con la cantidad de perfiles increíbles que te puedes encontrar que no podía resumir toda mi experiencia en una sola anécdota, así que hoy voy a volver sobre la idea de «quiero follar, por favor, sexo, aquí, ahora» pero desde otro punto de vista menos gracioso. Menos gracioso para mí, claro. Vosotros siempre sois bienvenidos a reíros conmigo.

Tengo que confesar que durante las pasadas Navidades llegué a estar enganchada a esta aplicación. Y no por la cantidad de citas que me estaba reportando (que han sido exactamente cero) sino por lo bien que me lo he pasado. ¿He follado? No. Pero lo que me he reído no me lo va a quitar nadie. Y claro, dice el saber popular que tanto ir el cántaro a la fuente, al final se rompe. Y eso es exactamente lo que me ha pasado a mí. Que de tanto visitar perfiles de señores cercanos a mí he acabado enamorada de uno.

In_love_sailor_moon

Recuerdo la primera vez que vi su foto. Lo primero que pensé fue «¡Dios mío, pero qué chico tan guapo!» y le di al like esperando su like back como agua de mayo. Like back que no llegaba y en vez de pensar «a lo mejor no es un enfermo como yo que se pasa el día viendo perfiles de gente» pues me dio por pensar que simplemente yo no le gustaba a él. Un chico guapísimo, que está buenísimo y que florece como una hortensia salvaje entre tanta mala hierba como hay en esa app… probablemente estaría hasta el culo de likes y muy mal se le tenía que dar para no tener a cien chicas más guapas que yo a las que contestarle. Porque yo estoy gorda.

Cuatro días después (CUATRO DÍAS DESPUÉS) me llegó su like y su primer mensaje. Intercambiamos un par de «holas» y unas cuantas chorradazas de estas que se suelen decir cuando estás empezando a hablar con alguien y de repente el chico volvió a desaparecer. Vale, ahora sí. Ya había visto mis fotos, había leído mi perfil, había visto que mi peso no estaba especificado… claramente había dejado de hablarme porque estoy gorda.

tumblr_lmj4cxnVZS1qb7645o1_500

Tampoco era la primera vez que un tío me dejaba de hablar de repente en esta app, y, por supuesto, yo también había cortado conversaciones de repente con otras personas, pero lo que más me jodía era saber en el fondo de mi corazón que este tío, tan guapo, tan majo, tan moderno, tan cachas, tan todo, me había dejado de hablar porque las gordas no iban con él. Y yo simplemente lo había aceptado sin rechistar. Tan sin rechistar que ni siquiera retomé la conversación días más tarde. Simplemente acepté que esa clase de chicos no son para mí y seguí a lo mío. No worries, that’s life. 

Y una polla como una olla. Hay días que la autoestima de una está más de bajona y eso es normal, no podemos estar todos los días a tope. Pero vamos a ver, una no es Perradesatan para ir dejando de hablar con tíos buenos solo porque el tamaño de mi culo casi exceda (si lo midiéramos en parámetros palpables) el de mi inteligencia, belleza, gracia y sensualidad.

Total, que hemos quedado el próximo jueves. Y sí, queridos amiguitos loversizers, estoy atacá. Tan atacá que no paro de decirme a mí misma «venga, esta semana voy a cuidarme un poquito más y el jueves me pongo un vestido to sexy» mientras estoy pensando de qué ingredientes pedirme una pizza para cenar.  No worries, that’s me.

eat_thumb