Recoger premios suele ser un trámite de lo más pesado. Que sí, que a todos nos hace mucha ilusión que nuestra artista favorita recoja un galardón o que Leonardo DiCaprio por fin gane el Oscar, pero joder, tragarse una gala de premios es para pensárselo.

Por suerte, cada vez se está poniendo más de moda dedicar ese minuto de gloria que te concede el haber ganado un premio para, en vez de agradecérselo to the Virgin of La Cabeza, decir algo que debe ser dicho. Tenemos mil ejemplos de este tipo de discursos reivindicativos, pero ayer, en la gala de los MTV VMA, Pink dio un ejemplo de cómo se hacen estas cosas. 

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Pink comenzó su discurso recordando algo que le había dicho su hija, Willow, que tiene seis años, un día cualquiera de camino al colegio: «Mamá, soy la niña más fea que conozco. Parezco un niño con el pelo largo». Pink se había quedado bastante sorprendida de que, siendo tan pequeña, su hija ya hubiera sido capaz de darse cuenta de que podía sentirse fea. De que era diferente. Y de que se sintiera mal por serlo. Pink podría haberle contestado «no, hija, claro que no eres fea, eres la niña más guapa del universo», que es lo que suelen hacer todas las madres, pero como ella es Pink, la tía se cascó una presentación en Power Point en la que reunió fotos de todos los artistas que habían roto barreras y cánones estéticos, como Michael Jackson, David Bowie, o Janis Joplin y se la enseñó a su hija.

«Después le pregunté: ¿cómo crees que me veo yo? Y ella me contestó que yo le parecía hermosa. Entonces le expliqué que cuando la gente quiere burlarse de mí eso era lo que me decían: que me veo como un hombre, que soy muy masculina, que mi cuerpo es muy fuerte. Le pregunté si me veía dejándome crecer el cabello, cambiando mi cuerpo o la forma en la que me presento en el mundo. Me dijo que no. Le pregunté si me veía llenando arenas y agotando entradas de conciertos en todo el mundo. Me dijo que sí.»

Así fue como Pink le enseñó a su hija que hay que ser fiel a uno mismo y no cambiar tu aspecto por los comentarios de los demás. «Nosotras no cambiamos. Tomamos la grava y la cáscara y hacemos perlas. Y ayudamos a otros a cambiar cada vez que ven nuevas formas de belleza».

El público se puso en pie y le dedicó una gran ovación. Desde Weloversize también queremos aprovechar para expandir este mensaje tan importante: cuando eres una persona fuerte y segura de ti misma, los comentarios de los demás no valen nada, porque tú sabes qué estás haciendo y por qué lo estás haciendo.

¡Bravo Pink!