Era una apacible tarde nublada de abril (ayer, para ser exactos) en la que a mi hermano le dio por mirar grabaciones caseras de hace años. Mi padre era de los que en los noventa iba con la videocámara hasta para cagar, y si a eso le sumas una jauría de primos y primas más locos que Juana que entonces tendrían entre 18 y 25 años, pues podéis suponer que eso era un no parar.

La cosa es que entre juerga y juerga, algo me chirrió bastante y aún ahora me incomoda…

Tetas.

Culos.

Siempre.

Me explico: No había vídeo en que en algún momento, mi padre (o quién llevase la cámara, aunque la mayoría del tiempo era él) le decía a alguna de mis primas que enseñase las tetas o el culo. A veces era entre risas y mis primas enseñaban el sujetador, lo que yo pensé “bueno, si están de cachondeo, puede que yo también haciendo el chorra con mis amigos enseñase el sujetador en un vídeo”.

Pero claro, era cargante. La mayoría de los vídeos se situaban en verano, por lo que mis primas iban con shorts, escotes, bikinis y esas cosas que traen los veranos. Llegó un momento que cada vez que salía una prima mía en frente de la cámara no faltaba el comentario en off de “pero mira qué culito tiene Mengana” o “mejor haz topless para la cámara, Fulana”. Que sí, que ellas se reían y a veces incluso enseñaban algo, pero me pregunto si será por que ya tenían asumido que no estaba mal sexualizar de ese modo.

Aunque lo peor no eran esas escenas. Muchas veces, se grababa un plano general de todos comiendo o cenando, nadie prestando especial atención al vídeo, cuando de repente la cámara se posaba en una de mis primas, ajena a que estaba siendo grabada, y venga un zoom de sus tetas que casi me sacan un ojo. Y no una, sino varias veces. Con varias de mis primas, que no sabían que sus tetas ocuparían un primerísimo plano de pantalla.

Supongo que hubo más cosillas de ese estilo, aunque la que más me removió fue la de la playa: Estaban mis primas estiradas en la toalla y mi padre grabándolas desde atrás, cerca de la orilla, por lo que lo primero que se veían eran sus culos y muslos. Al ser conscientes de que las estaban grabando, algunas se taparon los culos con pareos o camisas, pero tras un comentario de “mira qué vergonzosas, como se tapan los culos” mi padre se marcó un zoom brutal del culo de mi prima, que estaba boca abajo sobre la toalla. Evidentemente, al ir en bikini, no es que “sólo” se le vieran las nalgas, es que además se le marcaban los labios al ser un bikini ajustado.

Esa última situación fue la que me convenció de que algo no iba bien. De todos modos, sigo indecisa por si estoy haciendo una montaña de un grano de arena, ya que todos mis primos crecieron juntos, son unos cachondos, no es para tanto… Pero claro, por otra parte, es que muchas veces ellas ni siquiera sabían que estaban siendo grabadas, incluso la última vez se taparon para que no se les vieran los culos.

¿Qué opináis vosotr@s? ¿Creéis que le estoy dando más importancia de la que tiene o realmente es algo que está mal pero que tenemos tan asimilado que nos reímos o incluso lo incitamos?

LB.