No sé cuál es la explicación, pero ser madre te da el superpoder más increíble que he experimentado hasta el momento: el superpoder chapuza.

A algunas les llega durante el embarazo. Son las MomGyver precoces. Capaces de pintar de verde mint un mueble viejo y dejarlo digno de la mejor cuenta de Pinterest. Son las que agarran una falda, le dan un tajo, le enganchan una goma y ya tienen modelito premamá. A vosotras os digo: lo que os hincha no son los líquidos que retenéis, sino el orgullo que debéis sentir por vosotras mismas, ¡artistas!

 

Luego estamos las que nos convertimos en MomGyver después del parto. Sí, amigas, yo también soy una MomGyver. Os pongo en situación: siempre he sido torpe a un nivel superlativo, no torpe mona como en las pelis, torpe en plan destrucción masiva de bienes y dignidad. Pero ya no. Ahora soy como una jedi capaz de hacer las cosas más alucinantes: desde montar una cuna sin instrucciones hasta hacer un disfraz de Harry Potter en dos horas.

El otro día, sin ir más lejos, improvisé unos ganchos para sujetar el bolso al carrito con unas horquillas y una goma del pelo. Mi próximo objetivo es hacer un portavaso para llevar el café rollo Sexo en Nueva York. Estoy en la fase de prototipo, pero aún no lo he probado con líquidos.

Como cualquier superhéroe haría al descubrir sus nuevos poderes, se lo consulté a otras en mi misma situación y me di cuenta de que no es un caso aislado. TODAS LAS MADRES SOMOS MOMGYVERS. Bricolaje, cocina de supervivencia, corte y confección, reciclaje de juguetes… De pronto no hay habilidad que no dominemos.

Vale, los tutoriales de Youtube ayudan mucho. Y también las mentoras. En mi caso, la MomGyver definitiva es mi madre. Tiene tan depurada su técnica de solucionarlo todo, que puede condensar años de conocimiento en un audio de whatsapp.

Y no os creáis que esta magia sirve solo para hacer cosas de madre, tipo tartas o ganchillo. ¡Qué va! Esto va mucho más allá. Es el subidón de saber que puedes con todo, básicamente porque cada uno de tus días está lleno de un millón de retos y, sin saber bien cómo, siempre consigues salir adelante mejor incluso de lo que podrías imaginar.

Así que madres y futuras madres, preparaos para tener el mundo a vuestros pies. Porque YES, WE CAN!