No es que sea algo automático. No es que me digas ‘oye te vas a morir por gorda’ y automáticamente mi báscula marque 5kg más, pero parecido. Os cuento.

Resulta que ya unos cuantos estudios (y serios, no de la Universidad de Wisconsin) demuestran que el movimiento ‘Body Positive’ y de ‘Fat Acceptance’ en general no solo no promueven la obesidad, sino que le dan a las personas las armas que les permiten reforzar su autoestima y por lo tanto estar en una mejor posición a la hora de bajar de peso (si es esto lo que desean, claro).

Yo, que soy una clara consumidora de este tipo de contenidos, no me he encontrado jamás con una comunidad que asegure que ser gorda es mejor que ser delgada. No he encontrado ni una sola blogger gorda que proclame a los 4 vientos que tener una talla 54 sea lo mejor que le ha pasado en la vida. Normalmente se trata de gente que está CANSADA de sufrir, y que ha decidido firmar las paces con su cuerpo y con el de los demás para dejar de compararse. Gente que ha hecho todas las dietas habidas y por haber pero que no han resultado, y cuya conclusión es que mientras no consigan adelgazar, no van a seguir machacándose por ello. ¿Es tan difícil de entender?

Tampoco conozco ni a una sola gorda (o gordo) que a raíz de este movimiento haya decidido que no quiere adelgazar. Eso de que el Body Positive nos hace conformarnos y dejar de intentar llevar hábitos saludables, es un bulo como otro cualquiera. Dejad de inventar, jrasias.

Fat shaming a tope
Fat shaming a tope

Por otro lado, queda también científicamente demostrado que el body shaming (agredir a otros por su tipo de cuerpo, burlarse de los demás por no entrar en los cánones o sencillamente machacar a los gordos con la excusa de que no están sanos) lo único que hace es complicar las cosas para los que sufren. Aumenta la ansiedad del que recibe los ‘consejos’, hace que se sienta más presionado y esto se traduce en muchos casos en un aumento de peso.

Vamos, que cada vez que le vas a un desconocido con el discurso de ‘estar gordo es malo, te vas a morir’, estáis sumando gramitos a su báscula e impidiendo que solucione su problema.

Si una epidemia como la de la obesidad se solventase con consejitos de Instagram, estaríamos todos delgados, ¿no creéis? Aceptarnos es el primer paso, la primera piedra en el camino para cuidarnos por dentro y por fuera. Que digamos que nos queremos no implica que no seamos conscientes de los problemas de salud que puede acarrear estar gordo. Que le pongamos remedio o no, es cosa de cada uno.

Foto destacada.

Anónimo.