Pues sí, querida amiga o amigo gordo, contigo por supuestísimo que quieren follar.

Y es que yo he sido de las de pensar que si algún día alguien se dignaba a tener sexo conmigo iba a ser porque se iba a enamorar de mí. Iba a pesar más mi interior que mi culo. Yo jamás tendría que sufrir por tíos que solamente van a lo que van como sufrían mis amigas; porque claro, quién iba a perder el tiempo mareándome a mí para conseguir solo un polvo cuando era un saco de michelines andante. Si yo algún día llegaba a hacer el amor/follar/chuscar/comer colas/interaccionar con el sexo opuesto iba a ser mágico, como en las pelis cuando el prota se queda con la fea.

Pues tal cual me lo imaginaba yo en mi adolescencia. Y no, no era una niña tímida, ni retraída, ni afortunadamente sufrí acoso por mi físico ni nada de eso. Estaba totalmente integrada en el instituto y me encantaba formar parte de todos los fregaos. El único problema que yo tenía era que no me quería una mierda y sentía que iba a ser por siempre jamás la amiga maja del guaperas que le ayudaba a ligarse a la más guay del grupete, la que siempre aconsejaba a sus amigas cuando algún tío les hacía todo el lío. Esa era yo con 16 años.

Han pasado más de 10 años y he llegado a las siguientes conclusiones que quiero que leas con detenimiento:

  • Si a mi me gustan los michelines en los demás (porque sí, me gustan los tíos grandes, altos y gordos) ¿por qué narices a los demás no le pueden gustar los míos?
  • Para gustos los colores; habrá gente a la que le provoques repulsión y otros que arderán por perderse entre tus tetazas. Y ni ellos son retrasados ni los otros unos pervertidos. Cada persona es un mundo y a cada uno nos pone una cosa.
  • Da igual lo que peses, si te quieren hacer el lío, te lo van a hacer. Y en tu mano está mandarles a la mierda a tiempo.
  • Nadie te está haciendo un favor por follar contigo. La gente no folla por pena. Si está en bolas a tu lado gozándolo todo es porque le pones y punto final. No hay más que hablar.
  • Nadie está obligado a hacer nada. Tú tampoco. No te sientas presionada en ningún momento a hacer nada que tú no quieras. No comas colas por complacer. Come colas porque te guste. Y a vosotros, lo mismo os digo.
  • Hay gente que ve más allá de un físicoa algunos hasta les pone tu inteligencia. Y sí, he dicho les pone, porque no deja de ser una mera atracción sexual.
  • El sexo es maravilloso.
  • No todo en esta vida es follar, aunque las hormonas a veces se revuelvan. No le des más importancia de la que realmente tiene. 
  • A veces solo les pica la cola y fin; y en ese caso, les vales tú o tu prima que pesa 60 kilos menos.
  • Y la más importante de todas: cada persona tiene su momento; y el tuyo solamente llegará cuando estés dispuesta a vaciar tu cabeza de prejuicios y mierda y te atrevas a disfrutar, a sentir, a no juzgar, ni juzgarte. Llegará cuando dejes de preocuparte por la arruga que te hace ese vestido debajo del michelín, llegará cuando te empieces a reír de la gravedad de tus tetas. Llegará cuando te quieras de verdad y seas capaz de disfrutar del sexo sin ataduras.

Así que, querida amiga gorda (amigo también) conócete mucho, disfruta mucho y quiérete aún más. Y solamente después de esto: sé libre y folla todo lo que quieras.