Cuando vuelva con esa risilla tan característica o con la cabeza agachada, con palabrería fácil y quiera buscarte.

Cuando vuelva con excusas en las manos, el corazón tan vacío como su inexistente alma y la mirada fría como el hielo, por mucho que traiga lágrimas.

Cuando venga con pocos o demasiados “perdones”, “lo sientos” vacíos o disculpas que no valen nada  y cuyo significado desconoce.

Cuando evite temas o te quiera muda, pero te regale la oreja a la vez que te quiere y te hace “débil” y “manejable”.

Cuando finja que no ha pasado nada o le reste importancia, o si es imposible fingir comiencen los reproches, los “con todo lo que hago por ti”, los “sabes que te quiero”, o los “no puedo vivir sin ti”, o los despreciables y por supuesto falsos “nadie más te va a querer”.tumblr_nl57ygDdTg1up4talo4_540

Cuando venga con las bromas planas, o palabras hirientes y desalmadas, con sus aires y desaires.

Cuando te colme de regalos, de promesas que no valen nada, de falso cariño, amenazas o chantajes intolerables.

Pero sobre todo, cuando venga con su olor, y te traiga recuerdos. Con su sonrisa, con sus abrazos o con esa sensación momentánea de “estar en casa”, de que es “tu persona”, que “puede cambiar”, “que todo va a ir a mejor”, “que no ha sido para tanto”, “que no vas a hacerle enfadar más” o “que no le puedes dejar”. Sobre todo entonces recuerda….

Recuerda todas las lágrimas y los llantos a horas y deshoras, los gemidos tapados con la almohada hasta altas horas o las veces que te has dado cabezazos.

Recuerda las lágrimas que no han brotado, porque las que te has tragado,  duelen aún más si cabe.

Las veces que has sentido tu pecho desgarrarse y tu corazón quebrarse, cuando las piernas te fallaban y te has desvanecido en el suelo del baño, de la cocina, o de tu rincón para esconderte.

Recuerda las veces que has maldecido una y otra vez el momento de conocerle, y cómo duele ver tu mundo, tus ilusiones derrumbarse.Demi-Lovato-Stay-Strong

Las veces que te has sentido sola, incomprendida, traicionada y sometida.

Las ojeras, las pesadillas, el estrés o las vitalicias vacaciones de tu sonrisa. El rostro que te devuelve el espejo que no es feo, si no de sufrimiento.

Recuerda las veces que no te has sentido atractiva, que ni te has sentido mujer, que no te ha dado valía.  Las veces que te has creído inferior, las veces que te ha quitado todas las ganas.

Las veces que te han dolido músculos y huesos (ójala, “sólo” de llantos y rabia).

Recuérdalo, recuerda todas y cada una de las vivencias que espero que jamás ni tú, ni los tuyos hayan tenido que vivir, recuerda…

Recuerda que eso no es amor, que te pueden hacer sufrir de muchas formas, pero nunca, nunca jamás será por tu culpa, ¡NUNCA HABRÁ SIDO POR TU CULPA! Ni hay justificación.

¡Que nunca te pueda el miedo, que nunca te pueda él, que nunca se rindan tus fuerzas, ni tus ganas mujer!

Recuerda siempre, siempre lo que vales y que hay cosas que jamás deben tolerarse. Y si alguna vez ocurre no importa nada más, solo huye, no vuelvas, pide ayuda y no te preocupes por las explicaciones.

Y si vuelve, si vuelve a tu mente o vuelve él, recuerda…jfINEnfQZ42x

Autor: Belén YM (_brooster_)