Es fácil criticar a otros, cuando no eres tú el que intenta, el que se equivoca. Siempre es sencillo sentirse en posesión de la verdad absoluta cuando no eres tú el que arriesga y lo pierde todo. Hablar desde tu cómoda zona de confort, sin tener ni idea de lo que se siente al caer con todo el equipaje.

La ignorancia y la crítica van casi siempre de la mano. Por eso, si eres tú quien recibe las críticas de terceros…

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