Un día cualquiera pones la tele y sale un señor anunciando una colonia que te dice que hagas lo que te gusta, que seas rebelde y no dejes que la sociedad te imponga nada.  Pero también te dice que para lograr ser diferente lo que debes hacer es comprar esta colonia igual que todo el resto de la gente…
«Ser uno mismo» es un concepto fuerte, es un concepto que psicológicamente vende. Puedes hacer lo que quieras y la sociedad debe aceptarte. El problema es que, como cualquier canon, acaba entrando siempre en conflicto con el individuo. Tienes que ser gracioso, pero no gracioso de cualquier manera, fíjate en estos individuos graciosos aceptables y úsalos de ejemplo. Y así con muchos otros rasgos y comportamientos encajados en patrones predefinidos. Porque el concepto que usa la sociedad de ser tú mismo lo más seguro es que no tenga nada que ver contigo.

 

unnamed

 

Soy un tipo gordo, a veces más y a veces menos en función del estress, las pequeñas depresiones que pasan por mi vida y mi capacidad para alejar el chocolate y los dulces. En esa posición de «hombre que no entra en los parámetros estéticos de tío bueno» acabe circunscrito a ser el yo mismo que las convenciones sociales querían que fuese. Este es el yo mismo que me conseguiría a cualquier mujer, porque no hay que engañarse, la publicidad o filosofía enfocada a nosotros se basa en «todas caerán rendidas a tus pies» seas gordo, feo o calvo, solo necesitas mostrarte seguro y molón siendo tú mismo… No renuncies a tu sueño de ligarte a la animadora del instituto… Mientras tanto las mujeres son meras espectadoras y solo necesitan ser guapas para triunfar.

 

unnamed (2)
Y por supuesto, me lo creí. Porque en esa época además de gordo era un poco gilipollas.

 

Y así pasas media vida, o «una cuanta» vida, siendo tú mismo, esperando que la sociedad te aplauda y te felicite y todo el mundo te acepte por atreverte a ser como eres… pero no pasa… la gente te sigue mirando por la calle por ser un poco friki, por ser gordo o por llevar el pelo largo y te empiezas a plantear seriamente qué estás haciendo mal. Pero de repente un día (y quien dice un día dice un periodo largo de crisis existencial) te levantas, ves que cerca tienes gente que sí te aprecia por lo que eres y todo empieza a cobrar sentido.
Llegar a ser «yo mismo» ha sido un proceso largo que todavía sigue en curso. En mi humilde y personal visión de las cosas, lo principal en este viaje es aceptarse. Comprender que dentro de unos años puedes ser una persona distinta y saber o al menos intuir que es lo que quieres mantener y a lo que estás dispuesto a renunciar. Aceptarse nunca ha sido incompatible con querer cambiar. Pasa por comprender que casi todos los seres humanos tenemos la misma esencia y en el fondo buscamos algo tan simple como la felicidad y el amor aunque sea de diferentes formas. Que lo que aprendes y asimilas en esta vida es precisamente lo que te hace ser tú y que esto no viene ni con los años ni con las experiencias si no sabes hacerlas parte de ti. Y que una vez consigues aceptar esto y no esconder esa esencia, lo que realmente importa son los individuos que se acerquen por ella, y no el resto.
Y en este viaje de aceptarte como eres es también cuando aprendes a aceptar a los demás por lo que son…

 

Y es jodidamente liberador…

 

Este es uno de los principales motivos por los cuales me gusta Weloversize, porque me parece importante promover ese primer paso de aceptación y encontrar gente que lo comparta. Todavía más importante en este mundo con cada vez más presión estética, especialmente hacia las mujeres. Ojalá hubiese encontrado yo algo parecido hace unos cuantos años, porque lo mejor que he descubierto en esta vida es que a NADIE le debe importar como uno es feliz y que a las personas a las que les importas tú de verdad, solo querrán que lo seas y les dará igual el cómo, con quién y el porque.

 

unnamed (3)

 

Así que hoy puedo decir que por primera vez en mucho tiempo estoy cerca de donde quiero estar, sin esconder mis gustos y con mi condición de gordo socialmente inadaptado.
Y lo mejor en este preciso instante es que me importa un carajo lo que piensa la «sociedad» sobre todo esto.

Autor: Pedro Pérez Domingo