A veces nos llegamos a creer eso de que vivimos en una vida idílica en la que el mayor problema al que enfrentarse es sobrevivir a un lunes o salir bien en un selfie. Sin embargo, justo cuando menos lo esperamos, la vida nos da una buena hostia de realidad y, te aseguro, no te va a gustar lo que viene después.

Tras la hostia de realidad llegará, probablemente, una mala racha: una época en la que parecerá que todo, absolutamente todo, te va de culo y sin frenos; una época en la que parece que nada bueno ocurre y en la que eres capaz de llorar auténticos océanos día sí y día también. Es así. Y que no te extrañe que, justo cuando piensas que empiezas a ver la luz y que las cosas van a mejorar, la vida vuelva a darte otra hostia de realidad porque piensa que con una sola no es suficiente.

malaracha_1

Horroroso, ¿verdad? Sí, pero real. Esto nos pasa, nos habrá pasado o nos pasará a todos, te lo aseguro. Pero también te aseguro que no es el fin del mundo, y que las malas rachas hay que aprender a llevarlas encima como quien aprende a sobrellevar un resfriado. Y sé que parece difícil o incluso imposible, pero te aseguro que no lo es…

Cambia de look

Parece una chorrada y un consejo de lo más típico, pero te aseguro que funciona. Un cambio de look, ya sea radical o no, te ayuda a ver la vida con otros ojos, unos ojos bastante más optimistas. Vienen bien justo cuando crees que ya nada tiene solución, porque te darás cuenta de que, efectivamente, todo puede cambiar de nuevo porque, queridos míos: el pelo crece.

malaracha_2

Vete de compras

Y cómprate aquello que más te guste. Pero no pienses que es necesario dejar temblando a nuestra cartera, porque puede ser que un simple libro de segunda mano te salve la vida. ¿Que te gusta la música? Pues vamos a por unos vinilos nuevos. ¿Que lo tuyo es el clásico gastarte dinero en ropa? Pues que no te de remordimiento de conciencia y gástate lo que te apetezca en tu ropa favorita. Cualquier cosa que entre nueva en tu vida te dará esas buenas vibras que tanta falta te hacen.

Dedícate tiempo

Tiempo exclusivo para ti: para ver tu película favorita en bucle, para escuchar esa canción que te hace feliz durante un día entero, para cocinar, para hacer deporte, para depilarte, para no ducharte un fin de semana entero porque prefieres pasarlo en la cama… Da igual lo que hagas, siempre que sea para ti, para reencontrarte y, sobretodo, para reconciliarte contigo mismo.

No te agobies

Las malas rachas vienen acompañadas siempre de desgana y desmotivación, es ley; por eso, es normal que algún día te despiertes y no tengas ganas de salir de la cama, que solo quieras envolverte en las sábanas hasta el día siguiente o hasta que empieces a mimetizarte con el pijama. Y, aunque no es bueno que esto te pase todos los días (de vez en cuando debemos obligarnos a ser fuertes) date el capricho de no hacer nada durante 24 horas y no te culpes ni te tortures, que todos tenemos derecho a descansar algún día y no siempre podemos ser fuertes.

malaracha-3

Haz única y exclusivamente aquello que te haga sentir bien

Estamos acostumbrados a obligarnos a hacer cosas que en realidad no nos gustan. Hacemos constantemente cosas «por compromiso», por quedar bien, por mantener a todos contentos. Y no nos damos cuenta de que, precisamente a quien debemos mantener contento, está en realidad sufriendo: nosotros mismos. Si no te apetece ver hoy a Menganita, no la veas; que te dicen de ir a tal sitio a cenar pero no te gusta nada, pues no vayas. A veces debemos olvidarnos un poco de los compromisos ajenos para poder ser un poco más felices.

Evita todo lo que sea tóxico

La gente, las situaciones, los lugares… aquello que te resulte tóxico, procura evitarlo como sea. Si ya estás pasando por un mal momento no necesitas que nadie te lo recuerde o lo empeore. Solo júntate con las personas que de verdad te transmitan buen rollo y cero toxicidad.

Cuéntale cómo te sientes a alguien especial para ti

Estamos acostumbrados a guardarnos para nosotros todo lo malo, a mentir y a decirles a todos que estamos bien. Para. Deja de hacer eso y confía en aquella persona a la que tanto aprecias para desahogarte y encontrar un hombro sobre el que llorar.

malaracha-4

Piensa primero en ti

Piensa en ti, luego en ti, después en ti y, si te queda tiempo, vuelve a pensar en ti. Puede parecer egoísta, pero cuando se pasa una mala racha que está a punto de acabar contigo ya se sabe lo que se suele decir: situaciones desesperadas, medidas desesperadas. No digo que te olvides completamente de los demás ni que te conviertas en un monstruo, por supuesto; solo que, si eres la clase de persona que piensa en los demás antes que en sí misma, lo cambies cuanto antes, porque te aseguro que te va a venir muy, muy bien.

Y es que caer en una mala racha es como caerse en un agujero y, a veces, no encontramos forma de salir de él; tal vez estos trucos no te saquen de ahí, pero te ayudarán a no perder de vista la salida y la luz hasta que encuentres la escalera que te lleve a ella.

malaracha-6