Nos pasamos el día hablando del coñazo que es ser bajita, ser gorda, tener el pelo graso, tenerlo rizado, pelirrojo, tener pecas… pues ya está bien de tanta queja. En su día os conté que es un coñazo ser alta y gorda (sí, muy alta y muy gorda) pero es que en el fondo me he dado cuenta de que realmente todo depende del ojo con el que se mire y ser alta tiene multitud de ventajas.

Así que sí, ser alta mola y mucho aunque pueda parecer lo contrario.

Después de un exhaustivo análisis de mi día a día me he dado cuenta de que lo que más me mola de ser alta son mis abrazos. Sí, soy súper abrazable porque la mayoría de la gente apoya su cabeza en mis tetas y además son grandes y blanditas. Jur jur.

Además, no tengo ningún tipo de problema para acceder a todos sitios, llego a todas las baldas y no me hace falta escalera para colgar nada (menos mal, pánico real a esas escaleras)

Siempre te dejan ir delante en el coche, no hay duda. Esto implica tener el control de la música, del aire acondicionado y de las ventanillas. Todo ventajas.

Nadie te jode los conciertos, ni las pelis en los cines (en esto ayuda lo de tener el culo gordo también es verdad, que hace de cojín) porque por una cuestión de probabilidad vas a ser la más alta de tu zona. Es verdad que a veces te toca uno más alto que tú delante pero chica, nadie ha dicho que este análisis sea preciso al 100%.

No te gastas el dinero en arreglarte el bajo de los pantalones.

Tampoco te lo gastas en tacones.

Y otro puntazo: nunca te pierdes. Siempre van a saber dónde estas en cualquier evento multitudinario. Mis colegas quedaban en mi moño. Jurao.

Es más, estamos de enhorabuena en lo que a moda respecta. Se llevan los pantalones pesqueros y los crop top. Maravilla hermana.

Y por último y no menos importante: SALES EN TODAS LAS FOTOS. Nadie te tapa, nadie se pone delante de ti y da igual dónde te coloques en los selfies: tu jeto siempre va a salir. Y amigas, ¡qué nos gusta un selfie a nosotras!

Así que sí, podemos pasarnos el día buscando las desventajas de ser de determinada manera, lamentándonos porque nos cuelgan los pies de la cama o no entramos en ninguna bañera; pero también podemos darle la vuelta a la tortilla y aprovecharnos de todas nuestras ventajas, que son mucho más molonas.

En tu mano queda ;)