Llevo tiempo queriendo hacer algo, algo sobre lo que siento cuando vuelve a aparecer en televisión la noticia de que un niño se ha suicidado porque sufría acoso escolar. Es como si dentro de mí, alguna parte se removiese. Y se remueve porque yo sufrí acoso escolar en mi época del colegio. Ahora lo llaman bullying, hace 20 años también pasaba, solo que creo que ahora con el fácil acceso a las tecnologías, se nos está yendo de madre, y no sé si poseemos las herramientas para tratar el tema como se debe. Me explico.

Soy la mediana de tres hermanas, pertenezco a una familia de clase media y fui a un colegio público desde los 3 años, hasta segundo de la E.S.O. En algún momento, alrededor de tercero de primaria, la que era “mi mejor amiga” en aquella época, se trasladó de colegio. No puedo explicar que pasó, pero de repente, fui el eslabón débil de la cadena. He de añadir que mientras me convertía en el eslabón débil, me pusieron gafas, aparato y me sudaban las manos. Para que se pueda entender yo nací con hiperhidrosis palmar, dicho de otra forma, me sudaban de forma excesiva las manos (y pies). Este sudor era de tipo nervioso, yo sudaba cuanto más nerviosa me ponía. En otras palabras, era cómico de ver como intentaba escribir sin mojar el papel. Todas estas características, en mi caso, agravaron la situación.

Recuerdo el momento en el que se hacían excursiones y yo, tenía que subir al autobús. No tenía con quién sentarme. O recuerdo simplemente cuando me robaban los rotuladores, o simplemente me pegaban. Lo bueno de todo, es que los malos momentos no los recuerdo con nitidez, sé que están ahí, pero es como si los años, los fuesen borrando poco a poco. No echo la culpa a nadie, y se la echo a todos. Gracias a dios, yo tengo una hermana menor que yo, y muchas veces, podía estar con ella y sus amigas en el recreo. De modo, que de alguna manera tenía cierto “alivio”. Ahora a mis 29 años, cuando en conversaciones entre los amigos, hablan de la época del colegio, yo recuerdo con más cariño a mis profesores que a mis compañeros de clase.

Creo que el bullying es un problema de todos, un fenómeno que ocurre en una clase cuando aparece la desigualdad, para que un niño se pueda hacer fuerte, otro se tiene que hacer débil, y para que eso ocurra, tiene que haber una mayoría para fortalecer a uno, y debilitar a otro. No sé cuál podría ser la solución, solo sé que no quiero volver a ver a un niño acosado. Muchas veces me he preguntado a mí misma, si no pude hacer más, por qué no luché más o simplemente por qué me callé. Creo que llega un instante, en el que es más fácil no hacer ruido y dejarlo todo pasar. El problema radica en que no se puede dejar pasar.

Con el tiempo y esfuerzo, seguí pasando cursos, llegué al instituto y conocí a mis amigas actuales, las cuales me hicieron conocer la palabra amistad, en su mejor versión de la palabra. A los 19 me operé de la hiperhidrosis, y a los 14, me puse lentes de contacto. Me gustaría decir que se supera, pero para eso hay que seguir viviendo, pedir ayuda y salir hacia delante.

María TC