Si os confieso que mi apodo en el colegio era “Aranda-Panda”… ¿os hacéis una idea del calibre mis ojeras? Pues eso. Y panda me habría quedado hasta el fin de los tiempos si mi querida amiga Silvia Estética y Masajes no hubiera salido al rescate con lo que los puristas llaman Thalgo Bar Eye Concept. UuuuUUUUUuuuuuhhh… Para mí siempre serán “las gafitas mágicas de Silvia”. He dicho.
El tratamiento con la Máscara de Masaje Eye Regard
Se compone de entre 4 y 6 sesiones, dependiendo de las necesidades del cliente. Cada sesión empieza por desmaquillar suavemente, exfoliar el contorno de ojos con un producto específico, masajear la zona con una cremita de colágeno (de la que hablaremos luego) y aplicar unos parches-mascarilla de ácido hialurónico para potenciar los efectos del tratamiento.
Después de estos preparativos y de la ronda de cotilleos de rigor (que todos largamos en las cabinas de estética, no mintáis) estás listo para “las gafitas mágicas”.
Que más bien parecen el casco de los Daft Punk
En el interior de las gafitas hay unas almohadillas de gomaespuma que quedan perfectamente encajadas en el rostro. Son estas almohadillas las que se encargarán de hacer el trabajo:
- Presoterapia: el contorno de los ojos es una zona con escasa vascularización; es decir, que tiene menos riego sanguíneo que el resto del rostro. Mediante el cambio de presión en zonas alternas, se favorece el drenaje del líquido acumulado en las bolsas hacia los ganglios linfáticos y disminuye la congestión.
- Digitopresiones: el nombre lo dice todo. Dentro de la máscara hay… deditos. Los notas perfectamente. Presionan, masajean en círculos… Es rarísimo, pero muy agradable. Favorece la relajación de la zona y alivia la tensión en la piel.
- Vibraciones: ¿Notas eso? ¿Tus mofletes moviéndose como flanes? No te molestes en buscar el móvil con la mano. No te está llamando nadie. Ese microseísmo lo provocan las gafitas mientras activan tu circulación, ayudando a oxigenar la piel y eliminar esas ojeras de crepusculín que llevas.
- Debo admitir que esto yo… notarlo, no lo noté. Pero me chivan por el pinganillo que también se aplica esta técnica, que favorece la relajación y el drenaje de la zona.
Durante 15-20 minutos, estos movimientos pre-programados se van alternando mientras tú te relajas en la camilla como un marajá. Y si tienes la suerte de contar con alguien tan fantástico como Silvia, disfrutarás a la vez de una sesión de musicoterapia que te llevará directo a tu paraíso mental en Bora Bora.
Cuando vuelvas al plano terrenal, sólo quedará aplicar de nuevo la crema de colágeno con un masaje y estarás listo para salir de nuevo al mundo.
El tratamiento en casa
Para una piel de entre 25 y 35 años, cuyos principales problemas son bolsas, ojeras y unas leves primeras arrugas, se recomienda utilizar el Roll-on Collagene Regard
La cremita que yo os decía, vamos… Tiene una textura gel muy ligera que se absorbe con bastante rapidez. Sus principios activos son muy comunes en este tipo de productos. Los habréis oído mentar mil veces a las chicas de 18 años que salen en los anuncios de cremas antiarrugas:
- Cafeína con liberación controlada: activa la circulación, contribuyendo a atenuar las bolsas de grasita y líquido.
- Colágeno nativo marino: el término “nativo” significa que no ha sido adulterado tras su extracción. Se obtiene de piel y escamas de pescado, lo que no deberías entender como una invitación a sacar la merluza del congelador y hacerte un antifaz con ella. No será necesario. Esta crema suplirá el déficit de colágeno cutáneo que sufrimos progresivamente al envejecer, devolviendo tersura y elasticidad a tu piel.
- Extracto de levadura: suaviza la piel y contribuye a fortalecer los capilares sanguíneos, evitando que se dilaten con tanta facilidad. Capilares dilatados igual a panda-face. ¡No queremos eso!
La forma correcta de aplicar este gel es la siguiente:
- Presionar el tubito ligeramente para sacar un poco de producto
- Extenderlo con el roll-on haciendo pequeños movimientos circulares, empezando por la zona lagrimal del párpado superior hacia la sien y, después, desde ahí hacia el lagrimal por la parte inferior.
- Para favorecer la absorción y la circulación de la zona, continúa masajeando la zona durante un par de minutos, deslizando las yemas de tus dedos mientras ejerces una ligera presión.
Los efectos
Mi caótica agenda personal ha dejado en suspense mi tratamiento, pero debo decir que después de 3 sesiones semanales, he notado los resultados.
Mis perennes bolsas prácticamente ya no existen. La piel de esa zona está mucho más tensa y firme, por lo que no retiene tanto líquido. ¡Y ya no es de color violeta ni marrón!
¿Y esas patas de gallo que no sabía que tenía hasta que vi mi despiadada foto de carnet al grito de “¡Madre mía, estoy pelleja!”?. ¿Esas mismitas? ¡Puf! Desaparecidas.
Valoración final
Recomiendo encarecidamente este tratamiento a veinteañeros, treintañeros, insomnes, madres estresadas, oficinistas, juerguistas, adictos al WoW… ¡Everybody! Salvo a los Caminantes de “The Walking Dead”. Sorry. Esto es cosmética, no vudú.
Volviendo a ti, ser humano de a pie. ¿Te librarás de tus ojeras y bolsas para siempre? Nop. Si no duermes bien, te entregas a un frenesí de cafeína (ejem… culpable) o se te va de las manos una cañita rápida con los amigos, te despertarás con las consecuencias bien visibles bajo tus ojos. Peeeero, muchísmo menos que antes. No volverás a encontrarte con el gemelo perdido de Özil reflejado en el espejo, te lo garantizo.
PD La página oficial de Thalgo no ofrece un listado de centros adscritos, así que si estáis interesados, lo mejor es que consultéis en vuestro centro de estética habitual. Si preguntáis por Thalgo y os contestan “Esto no es Atocha”… malo…
