Las series de tv (igual que las pelis de Disney) nos han engañado toda la vida. Hemos visto ‘Sexo en Nueva York’ o, más recientemente, ‘Girls’ y en ellas nos han mostrado que ser soltera es algo maravilloso, lo que todas las mujeres anhelan, es disfrutar de la vida y la amistad sin ataduras, estar hoy con uno y mañana con otro, tener todo el tiempo del mundo para ti y no tener que dar explicaciones a nadie.
Sin embargo, la realidad es bien distinta. Pasas tu veintena creyendo que la persona con la que estás saliendo será la que esté contigo para siempre, sólo para llevarte el palo y verte con 30 años, unos kilos más de los que te gustaría, y sola como la una. Y piensas ‘Si Carrie ha triunfado finalmente en el amor, ¿por qué no voy a poder yo?’. Pero ay, amigas, hay muchas cosas sobre ser soltera a los 30 que las series y las películas no nos contaron.
1. No tienes dinero porque te lo gastas todo en bodas. Si, ganas más que a los 20, pero a esa edad no se te casaban 3 amigas en un año, una de ellas tu mejor amiga, de cuya boda eres testigo, por lo que encima de dinero, te toca dar regalo, comprarte un vestido nuevo y pagar peluquería. Además, hay muchas posibilidades de que tengas una boda fuera de España, que aprovechas para hacer un viaje, que no se diga, que a los 30 sabemos disfrutar más que a los 20.
2. Aquello que escuchábamos de nuestras madres de ‘De una boda sale otra boda’ es mentira. Tal vez cuando ellas se casaban a los 20 eso pasaba, pero ahora no te emociones, 9 de cada 10 amigos del novio ya están casados. El que queda es el capullo, mejor ni te acerques…
3. Tienes que tener temas de conversación para todo tipo de grupos de amigas: con las solteras hablas de hombres y de resacas, con las casadas hablas de muebles y de lunas de miel, y con las mamás hablas biberones y guarderías. Por supuesto, si tus amigas son tan estupendas como las mías, los temas de conversación no se limitarán a esto y podrás hablar de todo con todas. Pero, aunque no hayas pasado por organizar una boda ni te espere un churumbel en casa, tendrás que saber de todo. Aunque luego cuando llegues a casa te tomes una copa de vino para olvidar la imagen del sacaleches de tu amiga…
4. Las resacas te duran 3 días. Salir de fiesta para conocer gente nueva puede ser un plan maravilloso para el fin de semana, pero la mañana siguiendo te estás acordando de todas tus amigas casadas y con hijos que se pueden levantar un sábado a las 10 sin querer morirse… A los 20 podías salir jueves, viernes, sábado y domingo y no pasaba nada. Ahora te tomas 3 copas de vino el viernes y no te recuperas hasta el domingo. Ya no vas ni al Rastro, que eso supone madrugar…
5. Encontrar un grupo de amigas solteras con el que salir no es tan fácil. Tus amigas del cole se han ido casando, las de la universidad también, igual que las del máster, y en tu nuevo trabajo, al que has llegado con los 30 ya cumplidos, están todas casadas desde hace años. Eso sí, si encuentras ese grupo, no lo sueltes, es el mejor remedio para todos los males y las depresiones de no tener un maromo que te achuche cuando llegues a casa…
6. Encontrar hombres solteros tampoco es fácil. A partir de los 30, el número de hombres solteros y decentes disminuye considerablemente, y conocer a aquel que no está despechado después de una larga relación, no busca simplemente follar o no es un capullo, es más difícil que encontrar el Santo Grial. Hombres solteros hay, pero ‘hombres solteros interesados en mí y en los que yo también esté interesada’ no hay tantos. Si eres tú la que lo encuentras no lo dejes escapar, huye, no mires atrás, el resto ya nos las apañaremos.
7. Muchas veces tus parejas de amigos quedarán y no te invitarán. A pesar de que eres amiga de todos ellos.
8. Te has llevado tantas decepciones y desamores que no hay bote de helado que lo cure. En la vida real, las tardes de sofá y manta con bote de helado de las películas normalmente se sustituyen por tardes de vino y risas con tus amigas. Las solteras, las casadas y las que tienen hijos. Porque de esto del desamor todas las mujeres sabemos, aunque sea un poco…
9. Aguantar a madres, vecinas, abuelas con ‘la pregunta’ es más cansino que aguantar a tu jefe. Pero ojo, que de esto no se libra ninguna mujer, si estás soltera querrán saber cuánto ‘te vas a echar un novio’, si tienes novio cuándo te casas, si te has casado cuándo vais a tener hijos, si tienes un hijo cuándo vais a ir ‘a por la parejita’, y si te has atrevido a tener más de 3 hijos cuchichearán a tus espaldas sobre cómo los vas a criar a todos… ‘La pregunta’ afecta a todas las mujeres por igual…
10. Estar soltera a los 30 no es ni mejor ni peor que estar casada (o emparejada), es simplemente diferente. Y puede ser una etapa maravillosa. Mi madre se casó a los 31 en una época en la que sus amigas llevaban 10 años casándose, y ha sido la mar de feliz.
En definitiva, disfrutemos de nuestra soltería que, por suerte o por desgracia, y como todo en esta vida, también se acaba. Y cuando estemos emparejadas ya echaremos de menos todas las cosas que podemos hacer ahora. Como poder dar 3 vueltas en una cama de matrimonio sólo para mí. Por ejemplo…
