1. Los hombres tienen que cumplir y dejar satisfecha a la mujer.

Porque nosotras no somos responsables de nuestro propio placer y porque la importancia de la relación sexual recae sobre su pene SIEMPRE. Que no, que no, que el clítoris está ahí de adorno.

2. Los hombres sólo piensan en sexo.

De hecho, para los temas relacionados con estudios y trabajo usan un cerebro que no es suyo y que funciona a modo de disco duro externo porque el suyo propio, que a veces está ubicado de forma equivocada en el pene, está ocupado pensando en follar. Se lo regalan nada más nacer y luego ya ellos solos se apañan.

3. Todos los hombres son iguales.

Pero eh, cortados por el mismo patrón y todo. A todos les gusta pensar igual y actuar de la misma forma. Y si puede ser a la vez, mejor. Las colas en las cajas de los supermercados es una prueba de ello.

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4. Todos los hombres buenos están casados o son gays.

Pero ya para toda la eternidad. No van a nacer más hombres nunca jamás y dentro de 150 años van a estar los mismos: los casados y los gays, que tendrán sobre los 180 años o más, y son las únicas buenas personas que hay en todo el mundo porque los demás son malos, malísimos.

5. Los hombres tienen deseo sexual las 24 horas del día.

Y porque el día no tiene más horas, que si no también. Está claro que ellos no son humanos, son máquinas que sólo quieren follar pase lo que pase. En realidad ni siquiera trabajan, enferman o tienen vida aparte.

6. Los hombres de verdad no lloran.

Y si eres un hombre y lloras, entonces eres de plastilina.

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«Hola, soy de plastilina».

7. Si eres eres chica y todavía no tienes pareja, es porque no te ha llegado “el tuyo” (tu hombre).

Tu hombre, tu salvación, el remedio de todos tus males. Él vendrá a salvarte de la mierda de vida que llevas en su noble corcel. Él hará que tu vida sea maravillosa porque tú no sabes hacer las cosas sola y es evidente que necesitas a alguien a tu lado para ello. Hay alguna media naranja por ahí, vagando por alguna parte del mundo. Pero un momento… todos los hombres buenos están casados o son gays. Puf, ya no tienes salvación. Morirás sola.

8. Todos  los hombres temen al compromiso.

Es verdad. Son almas libres, que no se enamoran nunca ni tienen sentimientos. En realidad son piedras. Ándate con ojo.

9. Todos los hombres tienen una zona erógena dentro del ano y por eso, si se dejaran, sentirían placer con el sexo anal.

Y además a todos les gusta sentarse a ver el amanecer mientras se ceban a chocolate y escuchan música clásica, porque todos son iguales.

10. El tamaño siempre importa.

Porque nuestras vidas giran alrededor de una polla y entonces todos necesitamos que sea grande. Cuánto más mejor. 30 centímetros. Yo que sé. Por pedir que no falte.

Espero que se haya captado la ironía del post. Y por favor, pensad, pensad en todas las tonterías que se generalizan con el paso del tiempo ¿Acaso están respaldadas por algún argumento obvio?, ¿Acaso después de comprobar que no son pensamientos de tipo lógico no merecen ser erradicadas de nuestros ideales?, ¿Acaso no somos nosotros mismos los que ayudamos a la permanencia de los tópicos sobre el hombre (que en algunos casos incluyen a la mujer) si no dejamos de usar este tipo de razonamientos? Somos lo que pensamos y nuestros actos son el reflejo de ello. Algunos de estos ítems pueden ser considerados fruto de una sociedad machista. Ahora que lo sabes; ahora que lo sabemos, dejemos de meter la pata con estos comentarios y cambiemos la perspectiva del mundo que nos rodea.

En ningún momento este artículo pretende herir la sensibilidad de nadie. Todo lo expuesto en él es fruto de la ironía para que se capte la esencia de lo absurdo de la información redactada en los ítems anteriores. En We Lover Size creemos y defendemos la igualdad entre hombres y mujeres.