Estoy cansada de conocer y salir con chicos que no cumplan con mis expectativas. O sí, y por el contrario tengan un gran potencial para ser mi pareja, terminen siéndolo, pero con el tiempo todo se vaya al traste. A priori esto es algo muy normal, y la gente de mi alrededor siempre me contesta cosas como ‘eso es porque todavía no ha llegado el tuyo’. Pero yo creo que a lo mejor ‘el mío’ no existe, y lo que pasa es que estoy hecha para no tener pareja (quiero pensar que no). A las pruebas me remito, y es que no entiendo por qué conmigo no, pero con otras sí. Me estoy refiriendo a las siguientes situaciones:

Situación 1:

El chico que te encanta te responde que ‘tiene miedo al compromiso’ tras proponerle intentar una relación de pareja después de un tiempo saliendo juntos.

Tú: Dejas de quedar con él porque no quieres hacerte daño y sabes que permanecer en la misma situación durante mucho tiempo te va a hacer sufrir.

Él: A los 2-3 meses de haberlo ‘dejado’ contigo lo ves por las redes sociales anunciando su compromiso y amor infinito por otra chica, su actual novia. Y es todo maravilloso, con brillo, purpurina, unicornios de colores y hadas madrina bailando chotis.

Situación 2:

Rompes con tu pareja tras años de relación porque llevas tiempo queriendo avanzar en ésta (casarte, tener hijos, etc.), pero él no quiere porque tenéis ‘intereses distintos en la vida’.

Tú: Le quieres, así que respetas su decisión y asumes que todavía no puede ser.

Él: A la semana te pone los cuernos con Angelina Jolie, se casa con ella y tiene 6 hijos, dos perros, un gato y tres ponis.

Situación 3:

Conoces a un chico. Os gustáis. Él te cuenta que en la vida ha sufrido mucho, que su ex es malísima de la muerte, que no quiere saber nada de ella y que en ti ha encontrado a una persona especial con la que quiere pasar el resto de su vida.

Tú: Le apoyas, le das cariño, y le ofreces tu ayuda incondicional y compañía para cuando la necesite.

Él: Vuelve con su ex.

Tú: ¿Por qué? ¿POR QUÉ? ¿xq? Xq xke?¿¿ XXQQUEEÉEE (cortocircuito en red neuronal)

Situación 4:

Te pasas media relación proponiéndole a tu chico planes divertidos, viajes, salidas y escapadas románticas aventureras porque tú eres una tía a la que le va la marcha y quieres que tu pareja te siga un poco el rollo de vez en cuando.

Tú: Como ves que no hay manera de levantarlo del sofá a no ser que utilices un camión con remolque, desistes y te vas sola o con las amigas a realizar esos planes tan guays que habías preparado.

Él: En su siguiente relación (porque la tuya más de sí no podía dar, que eso era más aburrido que la misa de 12), se va con otra que casi casi lo lleva al fin del mundo y sin rechistar. Todo lo que tú querías hacer con él, lo está haciendo otra en tu lugar.

Situación 5:

Igual que la anterior pero proponiéndole a tu chico planes tranquilos para que de vez en cuando os podáis relajar un poquito en casa y deje tanta fiesta y tanta salida con los amigos a un lado (que no es que le pidas que deje de salir, OJO).

Tú: Como ves que no hay manera de que no termine una sola noche de sábado sin ponerse la corbata atada a la cabeza y bailando la pelusa, te quedas en casa o sales con las amigas a tomar algo.

Él: En su siguiente relación (porque la tuya más de sí no podía dar, que eso era una montaña rusa de emociones festivaleras), se va con otra que casi casi lo convierte en un monje budista. Todo lo que tú querías hacer con él, lo está haciendo otra en tu lugar.

 

A pesar de todo esto, sigues creyendo en el amor, en la complicidad y mantienes la esperanza de que algún día encontrarás a ‘tu media naranja’ y todo eso será para ti.