Lo sabemos, la idea de la sapiosexualidad nos encantó a todas, porque sí, porque muchas veces nos hemos sentido atraídas por alguien simplemente por su intelecto. Y es que en la atracción, en el morbo, en las ganas de convertirnos nosotras en las empotradoras, el físico no lo es todo.

Así, el nuevo término de moda, es precisamente el ser “demisexual”, es decir, sentirse atraído sexualmente por alguien no por su físico, sino porque existe una importante conexión emocional entre ambos, que incluso, puede provenir de una intensa amistad. Y es que, ¿quién no se ha enamorado alguna vez de su mejor amigo?

unnamed

Más allá de la idea de tener que poner nombres a todo, y de crear tendencias y hashtag para Instagram (ya me imagino a más de una colgando una foto saliendo con su mejor amigo y añadiendo etiquetas del estilo #love #bbf  #demisexual), lo bueno de estas tendencias es que hacen visible la diversidad que existe en cuanto a la atracción sexual. Recuerdo que en el master de sexología , una de las profesoras nos explicaba que a todo el mundo le gustan las tartas, pero que no a todo el mundo le gustan de los mismos sabores. Y menos mal. Si no qué aburrido sería. De esa manera, hay que entender que para gustos los colores, y que siempre encontremos a alguien que prefiera nuestra tarta, aunque no sea de chocolate.

De hecho, otra de las nuevas tendencias sexuales que circula por internet es la idea de “lumbersexual”, que para entendernos, es todo lo opuesto a lo “metrosexual”. Es decir, la atracción hacia personas, generalmente hombres, de aspecto rudo y primitivo, que ha derivado hacia el llamado “leñasexual”, es decir, hacia la atracción por hombres con aspecto de leñador. Verídico.

Igualmente, si de antítesis va la cosa, si entendemos la demisexualidad como una relación sexual basada sobre todo en los sentimientos, también se ha puesto de moda el llamado “arromántico”.  Dícese de ese hombre ( ojo, o mujer)  que no te va a regalar flores, ni te va a decir cosas bonitas, ni va a tener detalles de esos que ayudan a superar las rutinas del día a día. Vamos, lo que viene siendo un Christian Grey al estilo “Yo no hago el amor, yo follo duro”, o hablando más en plata, el rancio de toda la vida.

unnamed

Seas como seas, sapiosexual, demisexual, arromántico, bicurioso, o pansexual la idea es aceptar que no hay una sola forma de entender y vivenciar nuestra sexualidad, y que para cada roto, habrá un descosido, y que en lo que al deseo se refiere, hay muchas más variables, que el simple físico.

Autor: Silvia C Carpallo, autora de ‘Decirte adiós con un te quiero’.