A veces pienso que es la falta de práctica, pero no. Se me da de pena ligar. Da lastimica verme. Supongo que será la suma de varios factores como timidez + falta de práctica + ranciez extrema en muchas ocasiones + vagancia.

Y a ver, estoy segura de que no estoy sola y muchas estáis un poco como yo y os pasan todas estas mierdas, día tras día:

Mis amigas dicen que para ligar hay que mirar. Mirar mucho. Pero ¿mirar? ¿Cómo? ¿Cuánto? ¿Cuando sabes que no estás cruzando la línea de psycho?

Y qué es eso de intentar ser sexy. Tú lo intentas pero:

Entonces decides hacer algo, podrías acercarte a hablar o ponerte a su lado en la barra o algo. Pero tu bloqueo mental suele llevarte más a darle un empujón sin querer o gruñir. A veces, funciona.

Bueno, en algún momento el pobre desgraciado, se da por aludido y empezáis a hablar. Y es aquí cuando la confluencia de factores tímidez+bordería se convierten en colapso mental.

Primero luchar contra los factores externos como ruido, nervios máximos que te impiden escuchar, que estés un poco sorda. Vamos que lo mismo te está diciendo que es Jack el Destripador y tú sonriendo.

Intentas ser graciosa, pero solo te salen chistes malos, malísimos, extra crueles. O peor, te salen buenísimos pero resulta que el chico, no los pilla.

Intentas sacar tu faceta inteligente, pero de repente todos esos datos musicales, de cine, del maldito tema del que estéis hablando han desaparecido de tu cabeza y solo sabes decir «sí, sí, es verdad, sí, sí» mientras gritas internamente.

En estos momentos tú ya crees que no hay nada que hacer. Porque lo de pillar las señales tampoco son lo tuyo y puede que te esté pidiendo tu móvil y tu sigas sonriendo y gritando internamente tu móvil.

Y si cara a cara, todo es desastroso. El tema Tinder y whatsapp tampoco es que mejore mucho el panorama. Lo de estar esperando a que te contesten, no lo llevas muy bien. Y como además de tímida, torpe y rancia, eres un poco DRAMAQUEEN, cada vez que te toca esperar una respuestas llenas el tiempo mandando audios angustiosos a tus amigas explicándoles que crees que ha muerto, pero menos mal que ya no te gusta.

Para después tener conversaciones que tampoco sabes muy bien a dónde van. El día que piensas que estás diciendo algo marrano, no lo pilla y cuando él te lo dice a ti, pues tres cuartos de lo mismo.

Pero no os preocupéis, yo no lo hago, sé que las torpes a la hora del ligoteo pues también tendremos nuestro público. O al menos encontraremos a alguien tan desastroso como nosotras con el que será todo tan evidente que a los dos días ya estaremos pensando en hijos.
Sí porque también somos ansias.