Antes de empezar os pregunto una cosa  ¿No estáis hasta el mismísimo potorro de los tíos que se creen que tienen el derecho de babearte encima y que ni con una pistola en la cabeza te dejan en paz?¿Que confunden educación con ligar? ¿no os gustaría por una vez devolverles el mal rato que te hacen pasar? Yo sí, y esa es la razón del porque ahora mismo hay un madurito llorando en algún lugar.

Definamos qué es el tío babosa. Dícese de la especie masculina, cuya población está en aumento, que contempla las siguientes características:

  1. El NO es una palabra que desconoce y, por tanto, hará como que se ha producido un agujero negro entre él y tú que se ha tragado esa palabra.
  2. No cree en la simpatía ni en la educación,por lo que cualquier muestra de lo anterior será automáticamente tomado como que le quieres comer todo lo de abajo.
  3. Cree que tiene derecho a babearte encima, cualidad que lo identifíca como familia de las babosas.
  4. Cuando entra en su pequeño cerebro de molusco que no te está haciendo un favor por prestarte su atención, reaccionará de manera muy sentimental, ya sea llamándote puta o dándose golpes en el pecho diciendo que no te tocaría ni con un palo,porque es imposible que no lo adores.

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Con el perfil creado os pongo un ejemplo práctico. Os mostraré como exterminar está plaga de raíz.

Os pongo en situación. Instagram, 12:00 de la mañana. Subo un estado, foto que a las 24h se borra, de mi mismo en un espejito en los vestuarios del gimnasio, typical gilipollas de gym marcando musculito y tableta, porque me sentía jodidamente potente en ese momento y me salió del cojón izquierdo subirlo.

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Parece que no tener vergüenza de tu cuerpo y subirlo a una red social es ir provocando y considerado luz verde para  iniciar un bombardeo de insinuaciones sexuales hasta rallar el acoso. ¡¿Qué le pasa a la gente?! No tardó ni media hora en llegarme  peticiones de amistad y otros tantos mensajes directos. Ni que decir que al principio me subió la moral, no voy a mentir y a decir que me escandalicé desde el minuto 1 porque no engañaría a nadie, que le paré los pies a todo el mundo y me hice valer y decir que era algo más que unos musculitos. A todos nos gusta gustar y como no tenía nada que hacer y no estaba acostumbrado a esta clase de atención, decidí, por una vez, aceptarlos y contestar los mensajes. Uno me llamó especialmente la atención por su simplicidad .

Madreh mia stas tremendó xd

*Voz en off*

-Dios mío, un cachorrito de diccionario acaba de morir en algún lugar del mundo

Me hizo tanta gracia que le conteste  un «Gracias, :)´´ Y después entré en su perfil. Gran error.

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Sus fotos me transmitieron un mal rollo que te cagas, además de que en su maldita biografía decía que tenía 31 años, y yo queridos amigos, tengo 19. 

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Durante todo el día estuvimos “hablando”, lo pongo entre comillas porque él hablaba y yo le respondía con caritas o con monosílabos cada 3 horas como mínimo para que él mismo pillara la indirecta de que no quería nada . Sobra decir que pasó 3 pueblos y siguió echándome babas. 

Hacia las 9:00 de la noche lo que me decía se iba subiendo de tono cada vez más y más, hasta el punto de incomodarme muchísimo. Parecía sacado de una peli mala de ligoteo. Llegó un punto que me estaba afectando de verdad lo que decía. Lo que empezó como una foto en la que me sentía lo puto más, terminó con mi autoestima por los suelos y un sentimiento de suciedad muy feo. Desgraciadamente mi autoestima y amor propio es aún algo  muy nuevo y, por lo que parece, frágil si un baboso cualquiera fue capaz de cuestionarlo.

Ese día  no me dio la gana de  que la babosa ganase. Si te metes con la ardilla anfetamínica, alias yo, prepárate porque te voy a descabezar con la lengua viperina que Satán me ha dado.

Cambié totalmente la forma de escribir y le seguí el rollo.

  • Me pidió una foto en la ducha y yo le dije que por supuesto que se la mandaba.
  • Me pidió una de mi mismo y claro que si hombre faltaría más.
  • Me pidió una foto pene y le dije que obvio que se la mandaría, lo que más quería en este mundo.

Cuando me dijo lo a tope que estaba y que las esperaba  me mandó vídeos que aún ahora me hacen cuestionarme la fe en la humanidad. Un consejo, decir ‘quiero tu leche’ con cara y voz de que estás cagando es lo menos sexy del mundo, porque la leche me hace pensar en vacas y, a no ser que seas Benancio el del pueblo, una vaca no es sexy.

Quizá ahora os estaréis tirando de los pelos pensando que estoy como una cabra y sucumbí a darle lo que quería y que debería haberlo bloqueado desde un primer momento, pero así no se iba a matar a la babosa, continuaría con su epidemia de babas con otra persona y listo.

Ahora empieza lo bueno: la crueldad. Le mandé las fotos, pero a mi manera.

  • La foto en la ducha fue una foto de mi bañera llena de mierda,
  • La de mi mismo fue una de mi frente y mi grano purulento.
  • La foto pene fue enrollando un pantalón y metiendolo en la ropa interior con forma deforme y afeándolo todo lo que pude sin perder la similitud del miembro.

Ni que decir tiene que se quedó flipando y,  aún así intentó seguir babeando  pero le había cortado todo el rollo. El pobre no sabía con quién se estaba metiendo. Destruí su orgullo de machito en el momento en el que me reí directamente en su cara y me despedí con un simple ‘Hasta nunca’ y bloqueo al canto. Así de fácil hice la buena acción del día devolviendo un poco de karma al tonto de turno mientras descubría lo que la fuerza interior significa.

Y si no siempre queda el método patada en los testículos y huir de la policía. Muy recomendable si te ves capaz de correr.

La morajela de todo esto es: Si te sientes como la puñetera Rihanna y viene quien sea a hacerte sentir menos, babearte y, por lo que sea, te afecta; afila tu ingenio, sácale brillo a tu sonrisa y destrúyelo demostrando cuán equivocado está. O empieza a correr para coger hábito. Cuelga su cabeza en la pared de tu autoestima para recordarte  que quien se cruce entre tu amor propio y tú mismo va a salir muy perjudicado.