Me levanto todos los días con la misma pregunta en mi cabeza: ¿Qué me hiciste?
No logro entender cómo pude enamorarme tanto, hasta las trancas sabiendo como sabía, lo que había. Puede que fueran las ganas de volver a enamorarme, el sentirme lejos de los míos en un país extranjero o el vivir un amor que fuera esta vez verdadero. No sé, sería tal vez un cúmulo de cosas.
Le conocí de un día para otro en un viaje, por un grupo de amigos como pasa tantas veces. En ese momento me pareció un chico normal, con un punto gay supongo debido a su acento. Me enteré de que había empezado a salir con una chica recientemente. Comenzamos a coincidir más y más, a hablar por whatsaap y a quedar para ir al teatro. Lo que comenzó como una amistad traspasó el límite del simple tonteo y pasó a ser algo muy, pero que muy serio. Me fue enamorando con su acento, sus palabras bonitas y sus malditas preguntas.
Yo quise ponerle fin antes de que todo se complicara demasiado, Pero ¡ay amiga! Cuando me di cuenta ya me había pillado, y cada vez estaba más y más confundida. ¿Dónde me estaba metiendo?
Todos los días tenía los mismos pensamientos:
“Tiene novia, pero pasa los fines de semana conmigo”, “tiene novia pero dice que conmigo ha llegado a construir lo mismo que con ella”, “tiene novia pero dice que quiere a ambas…”
Y yo me pregunto: ¿Se puede querer a dos personas a la vez?
Entiendo que la vida en sí es complicada, que de repente puede aparecer alguien que trastoque tu mundo y te haga preguntarte si seguir igual o cambiar de planes. Yo trastoqué su mundo, y él trastocó el mío, era algo que no estaba previsto. Él nunca me prometió nada, pero también me dijo qué era lo que no quería: Perderme.
Entiendo que necesitara tiempo para asimilar las cosas, para aclararse y decidir que hacer. Entiendo que lo fácil para él es seguir como estaba y no complicarse en una relación conmigo, que va a ser díficil y a distancia. Lo que no puedo llegar a entender es que pasado cierto tiempo las cosas continúen como al principio. Que siga con ambas, ignorando sentimientos y pretendiendo que todo va a estar bien, el “disfrutemos el momento y pensemos mañana” no puede estirarse más.
Puedes tener miedo, no saber si la elección que quieres hacer es la mejor, pero debes hacerla, porque en el fondo sabes a quién y lo que de verdad quieres.
No quiero que me elija a mí, o a ella. Lo único que quiero es que decida.
Que me quiera o que me deje ir, para poder al menos pasar página y reiniciar mi vida.
Estoy harta de seguir en el mismo punto ahora que hace nueve meses.
Harta de que sea tan cobarde y no se arriesgue.
Harta de sentirme como me siento.
Harta de no ser suficiente.
Harta porque ya no sé a lo que está jugando.
Harta de que mi humor dependa de si me habla o no.
Harta de morirme de celos.
Harta de ser imbécil, de creerle y de quererle.
Harta de decir basta y recaer.
Estoy tan, tan harta porque ya no puedo seguir con esto, porque me está matando por dentro.
Autor: ANÓNIMO.
