Antes de que empieces a leer quiero que sepas una cosa: hay un antes y después de este post. Cuando lo leas no querrás terminar el día sin demostrar que una vez le diste al amor la importancia que se merecía.


He llegado a la conclusión de que necesitamos volver a creer en el amor. Así os lo digo. En esta dichosa sociedad consumista motivada por el egoísmo y el odio, sobrevaloramos los bienes materiales y olvidamos que hay cosas que por mucho que queramos no podemos comprar. ¿Pero sabéis qué? Cuando nos damos cuenta y queremos hacer algo para remediarlo ya es demasiado tarde.

De pequeños nos enseñan el camino del triunfo para llegar a “ser alguien” algún día, pero nunca nadie nos explica qué significa eso. Aún así y aunque no lo tengamos muy claro, vivimos cegados por la idea de triunfar, ansiando que algún día nuestro círculo más cercano se sienta orgulloso de nosotros/as porque por fin “somos alguien”. Sin embargo, tras normalizar esta forma de vida, existe otro aspecto de la conducta humana que, lejos de horrorizarnos, lo aceptamos socialmente: nadie nos felicita cuando somos capaces amar y dar sin recibir nada a cambio. Nadie. Hablo de amar desinteresadamente, del amor que puede sentir una madre por un hijo, del amor a un/a amigo/a, del amor a la pareja, del amor a uno mismo. No se celebra lo que se supone obvio ser pero sí lo que se supone correcto. Pero, ¿correcto para quién? Lo más triste de todo es que sólo cuando enfermamos o desaparece alguien a quien amamos somos conscientes de la realidad, de que no hemos venido a esta vida a vivir para ser personas exitosas si no que hemos venido para querer y ser queridos.

si a todo
Fotograma del cortometraje de Roberto Pérez Toledo para El Corte Inglés «Sí a todo»

Piensa en todas las personas que existen en el mundo, son muchas, ¿verdad? Parece que nada cambie, que el mundo sea siempre igual y que las personas que viven en él estén dispuestas continuamente a esperarte para ver cómo demuestras que no has venido aquí a pasar de largo. Pero acuérdate de que igual que hay gente que vive o nace hay gente que muere. Piensa ahora en todos los abrazos que todos los días se quedan sin dar, en todos los te quiero sin decir, en todos los besos sin recibir, en todas las “gracias” que habrían marcado un antes y un después entre dos personas. Pregúntate, ¿podrías desaparecer del mundo ahora mismo e irte con la conciencia tranquila y nada pendiente?

Falta poco para San Valentín, y a diferencia de otros años, éste me hace más ilusión que nunca. Me da igual celebrarlo el día 14, el 13 o el 28 de Febrero, pero quiero celebrarlo; ¿y sabes por qué? Porque he decidido que no quiero terminar ningún día de mi vida sin demostrar que entendí por qué estaba aquí.

Ya sea en pareja o a uno mismo, San Valentín me parece la excusa perfecta para dedicar un día a querernos y querer a los que están a nuestro alrededor, sin importar si es nuestra pareja o no. Altos, bajos, gordos, flacos, ciegos, sordos, mudos, rubios, morenos, pelirrojos, calvos… TODOS, sin excepción, seamos como seamos merecemos amar y ser amados desde que nacemos e incluso después de morir. Nunca sobran días en el calendario para poder demostrar que estuviste en el mundo, quisiste a alguien y se lo demostraste.

Los siguientes vídeos pertenecen a una serie de cortos dirigidos por Roberto Pérez Toledo para El Corte Inglés bajo la campaña #LaSuerteDeQuererte. Desde aquí queremos agradecerles a ambos este maravilloso proyecto de San Valentín a favor del amor independientemente de la edad, el sexo, la orientación sexual o la ideología personal en relación al concepto. Gracias por recordarnos que el amor siempre está por encima de todo.

«Sí a todo»:

YouTube video

«Yayoselfies»:

YouTube video

«Doce o trece tequieros al mes»:

YouTube video

«Chica pidiendo matrimonio a su novio»:

https://www.facebook.com/elcorteingles/videos?fref=photo

FELIZ SAN VALENTÍN.