Han grabado a una pareja practicando sexo en el metro de Barcelona. Que digo yo que así, de entrada, tiene su miga la cosa.

Por un lado los practicantes. Que sí queridos amigüitos, que el sexo es pasión, es impulso, es ese maravilloso no sé qué que te agarra y te arrastra como un huracán y te deja despeinada, despelotada y desvergonzada en un tris. Sí, lo es. Y lo que nos gusta el aquí te pillo aquí te mato de turno, que te deja un gustirrinín, un temblor de piernas, un subidón que ni Sharon Stone en Instinto Básico. Pero joder, por el amor de la diosa y de san Calentín… ¿en el metro? ¿En el andén del metro?

Que vale, que el sexo “sucio” y que el voyeurismo molan mazo y todo ese rollo. Pero, ¿¿¿en el metro????

ñaca ñaca. Aquí la prueba.
ñaca ñaca. Aquí la prueba.

Me imagino a esos dos apasionados folladores del metro bajando al andén, de vuelta a casa después de tomarse unas cervecillas y unas bravas en Las Ramblas. Tan contentos, tan relajados, taaaan…..apurados.

  • Oye Juani, tengo unas ganas de follar que no aguanto.
  • Joder Paco, me has leído el pensamiento.
  • Brfff… pues aquí no hay lavabo…
  • Quita quita, que en lo que tarda en venir el metro nos bailamos un mambo guapo.

Y ahí que se ponen la Juani y el Paco, no sin un poco de dificultad al principio, a fornicar en el andén. Contra la pared, la mugrosa y asquerosa pared donde cientos de personas abandonan sus rastros biológicos variados y poco agradables. Los pantalones de Paco arrastrando por ese suelo del suburbano de Barcelona. Rozando la medianoche, los “metrosexuales” dan rienda suelta a su pasión así, sin más preámbulos. ¡Un metesaca en toda regla!

¿Y los espectadores? La chica que saca el móvil y se pone a grabar como si fuera una peli de Torbe. El grupo de amigos que flipa al avanzar por el andén y observar la escena. Y tú, que bajas al metro después de tu larga jornada laboral, con el pelo grasiento y los pies doloridos, deseando pillar un asiento y desconectar. Ves un corrillo de gente, murmullos, risitas nerviosas, una pareja follando… vamos, ¡de lo más normal!

Si lo ve mi tía le da un infarto, ¡arderán en el infierno por fornicadores! Si lo ve mi primo adolescente esa noche no podrá dormir del calentón. Si lo ve mi novio dirá “ves como hay gente liberal, cari, y no pasa nada. ¡El sexo es salud!”.

Pero ay Mari, lo vemos tú y yo en las noticias, en el jodido Facebook que te trae vidas desconocidas y maravillosas con cada nueva publicación (porque ya sabemos amigüitos que la vida en el caralibro es estupendísima eh?) y nos wasapeamos….

– ¿Has visto los del metro?

– Dicen que es una performance.

– No tía, que empuja en serio.

– Venga ya, qué asquito

– Pues vaya postura rara. Pero tú has visto bien?

– Joder, qué morbo…. Lo habrán grabado hasta en las cámaras del metro… Qué pasión, ¿no?

– En esa parada coge el metro mi prima, mira que si es ella…

Y mientras tanto la policía les busca. Les acechan. Les persiguen. 600 euros de multa cuando les pillen.

Paco, nunca un calentón nos salió tan caro.  Sí Juani, ¡pero ríete tú del Grey ese!

Autor: Silvia Romero