Buenas tardes, amiwis WLS.

Estaba en twitter, me paso la puta vida allí; comentando de todo un poco y de pronto me encuentro un artículo que se llama “Hombres explican con todo detalle por qué no comen coños”. En él, se explica que la página, con sus RRSS, han estado buscando chicos que no comiesen coños de ninguna manera. Antes de ponerse a escribir las distintas opiniones anti-cunnilingus, hace un inciso de que no son muchos hombres los que piensan de esta manera.

Dentro del artículo, unos hombres anónimos exponen por qué no comen chichis y dan sus razones para no bajar al pilón, aquí debajo pongo resumido lo que decía cada chico.

  • XAVI: no le gustan los coños porque los hay horriblemente feos, tienen mal olor y mal sabor (a menos que se hayan duchado recientemente), no le apetece bajar. Para él, comer un coño es un acto de amor más que sexual.
  • ÁLVARO: Ha comido pocos (al menos lo reconoce). Huelen mal, no es una zona limpia. Literalmente, “Creo que en pareja, con confianza extrema, en situación de bañera, con todo bien limpio y bien planeado si me puede llegar a gustar, como aquella tercera vez”.
  • RAÚL: No lo disfruta, tiene que forzarse a bajar al pilón. El olor y el sabor no es bueno, le da arcadas.
  • CARLOS: Huelen mal. Literalmente, “Así como las mujeres suelen pensar con el coño y una vez penetradas se enamoran, para los hombres el enamoramiento es algo más complicado. Es por esto que ellas no tienen problemas en comer nabo a cualquiera mientras que nosotros sí […]”. Al no tener ningún sentido reproductivo, sólo se debe hacer si amas a la otra persona. No come coños, come mujeres concretas.
  • MARCOS: No le excita comer coños. Si el coño huele, aún menos; así que realiza la cobra vaginal. Devuelve el sexo oral en algunos casos. Es más fácil para ellas comer rabos. Está más normalizado el hecho de comer pollas. No lo hace en sexo ocasional pero sí en pareja.

Esto es muy esquemático lo sé, pero escribir todo el tochón que contaron pues tampoco es plan porque para eso os he dejado el artículo arriba.

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Ahora, amiwis mías que coméis pollas tanto al gusto como forzarse un poco a bajar al centro de carne, seguro que vosotras tenéis algo que decir con respecto al hecho de lo que dicen estos jovenzuelos. Seguro que vosotras también os habéis encontrado con esta lista que os dejo abajo:

  • Olor: Hay algunas pollas que tienen un olor almizclero y potente que muchas veces te han cortado la excitación lo suficiente como para decir “no bajo, ahí abajo ni de coña”. No es difícil encontrarse penes con olores un poco nauseabundos, sin embargo, no por cuatro pollas olorosas nos cortamos un pelo en bajar a chupar (al menos las que disfruten con la práctica).
  • Sabor: Seamos sinceras, no todas las pollas saben bien. Hay penes que tienen un saborcillo de lo más agridulce y que mola, y otras que parecen whisky, que sabes que no te las metes de nuevo en la boca ni muerta vamos.
  • Estética: No todas las pollas son bonitas. No tienen porqué serlo ya que son para lo que son: para disfrutar y tener descendencia. Pero hay una cosa en esto que me cabrea, el hecho de que ellos no bajan porque no son cómo ellos se las imaginan. Es como que lo suyo es la Angelina Jolie de los órganos sexuales. Pues no, hay pollas muy feas por el mundo.
  • Salubridad: En el artículo podemos leer a un par de individuos que dicen que no bajan porque eso de ahí abajo está sucio si no nos acabamos de duchar. WTF?! ¿Me lo estás diciendo en serio? El género que, normalmente, cambia de calzoncillos cada dos días, que su miembro va tocando tela de pantalones y el que es sobado en continuas situaciones es más limpio que mi coño, que no me toca nadie y que lavo todos los días; es más, normalmente nosotras tenemos que tener más cuidado con nuestra higiene íntima ya que es más fácil para descompensar el ph y que nos moleste. No sé, me parece más excusa que nada.

Estas son líneas generales de las “razones” para no bajar. Luego están algunas cosas que, bueno, son más tirando a una excusa o una supuesta explicación a no bajar a nuestros bonitos y cuidados coños. Luego está la desinformación, que es lo que da pie a pensar que la mitad de estos señores no se han acercado muchas veces a un chumino que no sea de plástico.

Me ha hecho gracia la excusa de que no es una práctica reproductiva, como si comerme un nabo fuera muy reproductivo… Comer un órgano sexual es, ambos sexos, una forma de disfrute placentero; comer una polla no tiene nada que ver con reproducirse. También dicen que las mujeres bajamos más a por su entrepierna que ellos porque eso es lo que se suele ver en las películas porno y es lo mejor visto, que nosotras no tenemos ningún problema en chupársela; sin embargo, conozco muchos ejemplos personales en los que los hombres prácticamente obligaban a su pareja a metérsela en la boca o se cabreaban.

El disfrute del sexo oral no se trata de que solo disfrutes tú, se trata de jugar con la otra persona, de disfrutar ambos; ver como el otro se derrite con las caricias y los besos prodigados.

Y para terminar, os dejo la guinda del pastel: el comentario machista.

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Agur~

Lara Alonso