Como os he dicho en varias ocasiones, yo siempre he tenido pareja estable. Y una no conoce ni entiende lo duros que son los entresijos de la soltería hasta que le toca estar ahí, lidiando cada día con auténticas situaciones dignas de escribir un libro. Y si encima de soltera, tienes 30 o más y estás gorda… ya ni hablamos. Por eso hoy, de entre todos los especímenes masculinos que una soltera se puede encontrar, quiero destacar y presentar la figura de LOS FOLLAGORDAS.

 

Muchos diréis: ¿de qué coño habla esta tía? Pero la figura del Follagordas está ahí y bien merece un análisis profundo de comportamiento. Algunos chicos diréis que vaya estupidez ser así, como son ellos, y os indignaréis ante el descubrimiento de este tipo de hombre (thank GOD!), pero AHÍ ESTÁ (ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo) entre ellos/ustedes, los hombres. Y nosotras estamos aquí para advertirles.

¿Y qué demonios es un Follagordas? Pues aquí no aplica decir que su propio nombre lo indica, porque va mucho más allá de la definición estricta del término. Un Follagordas suele ser un tío de buen ver, en forma, guapete y es un tío al que le pones un montón, tú, LA GORDA. Un tío cuyas pajas antes de dormir tienen tu cara, tus tetas, tu culo y tus lorzas. Un tío que asegura que jamás había disfrutado tanto sexualmente como contigo, que eres una sex goddess. Le vuelves loco, le encantas, se mea de risa contigo, te dice que eres la tía más genial que ha conocido, se divierte contigo más que con nada… PERO: Jamás serás su novia. Jamás te presentará a su madre e iréis juntas al Mercadona. Nunca, EVER, te presentará a sus amigotes en sociedad.

PERO, ¿Y ESO? ¿Qué sentido tiene? Pues porque ERES GORDA. Así de claro, nenas. Este tipo de individuos tiene tantos complejos, es tan jodidamente estúpido y tiene tan poca personalidad que es incapaz de llevarte contigo en su vida sin sentir vergüenza ante el qué dirán cuando vean todos que su novia es gorda. No se me ocurre nada más triste en una persona, pero es una realidad. Y a muchas de nosotras, las gordas, nos ha pasado. Da igual que seas la mujer más increíble con la que se ha topado en su vida: se limitará a follarte a escondidas, probablemente nunca te lleve a cenar a sitios donde puedan verle, o al cine, ¡o a la playa! La playa ni de coña. Un tío como él, tan guapo, con ese cuerpo y tan moderno, no puede dejarse ver con semejante foca en público.

Así que su excusa será la misma que usan los de siempre: ‘Lo siento, eres una mujer maravillosa, pero ahora mismo no quiero una relación’, ‘Estoy en un momento de mi vida en el que necesito centrarme en mi carrera (¿carr qué?) y un largo etcétera que todas nos sabemos ya de memoria. Pero la triste realidad es que, a los dos meses, te lo verás de la mano por la calle con una rubia de cuerpo espectacular y socialmente aceptada, cosa que tú no eres para los tíos así. Incluso puede, y es MUY PROBABLE, que todavía siga follando contigo a espaldas de esa novia perfecta que todo su entorno conoce y que no le hace sentir nada de lo que tú consigues.

Así es un auténtico Follagordas, y el panorama es desolador. Pero no sufras por estos mamones; el premio para ellos es que nunca serán felices realmente por culpa de sus absurdos prejuicios, mientras que tú siempre tendrás la satisfacción de saber que eres una auténtica maravilla de mujer por la que otros pagarían por estar.