Estuve un par de años fuera del mercado. Fue un par de años de follar con pichas conocidas de Pascuas a Ramos simplemente para no olvidar cómo se follaba. Me salí del mercado por una mezcla entre azar y elección: no busqué activamente conocer a nadie nuevo, pero tampoco conocí a nadie nuevo por azar, como en las pelis. En el fondo no estaba taaaan preocupada. Total, cuando vuelva, pensaba yo, esto va a ser como montar en bici. ¡El sexo no cambia! Pero vaya que sí ha cambiado, queridas. Al menos para mí.

Llevo unos meses enrollándome con unos cuántos tíos (un poquito mayores que los tíos con los que me enrollaba hace unos años porque claro, yo me he hecho mayor también, y ya estoy jugando en la liga de la treintena larga) y madre mía la cerditud.

ESCUPIRSE. No sé si lo pone en alguna revista masculina que yo no conozca, pero últimamente los tíos deben estar hidratándose a tope todo el día porque ay madre qué manera de escupir y, sobre todo, qué manera de ponerse perracos cuando les escupes.

DEDOS EN EL CULO. Otra novedad novedosa. De proteger sus orificios como lo más sagrado, los tíos están gustosamente dirigiendo mis dedos hacia sus culos para estimular el (hasta ahora desconocido para mí) punto G masculino, y vaya que se sienten estimulados.

SENTARNOS EN SUS CARAS. Esto no tiene mayor explicación: Ponerle al tío el chichi o el culo en toda la cara mientras tú descansas encantada, comodísima. Face sitting, le dicen los guiris.

PORNO. Todos hemos visto porno, todos veremos porno, no es ningún secreto que el porno nos ayuda a configurar nuestros deseos, pero si yo os enseñara mi álbum del whatsapp en el móvil no daríais crédito a que en el mundo existan TANTOS GIFS SEXUALES acompañados de un “oye, ¿probamos esto?” como quien le dice al maromo para ir al cine a ver Bebé Jefazo.

FANTASÍAS. Quien no tenga fantasías sexuales está muerto por dentro, pero que semana a semana vayas cumpliendo una a una tus fantasías sin juicios de la otra parte y disfrutándolo sin reparos es estar muy –pero que muy– vivo.

TRÍOS. Si no me han propuesto cinco tríos no me han propuesto ninguno: con otro hombre, con otra mujer, rollo orgiástico, rollo role playing, rollo ME HAN PROPUESTO UN TRÍO.

NO AMOR. Antes, la cantidad de tíos que me vendía amor para meterse entre mis sábanas podía llenar salas de conciertos… para desaparecer al día siguiente, claro está, no vaya a ser que me enamore. Hoy por hoy descubro que el acercamiento es bastante más claro: esto es lo que hay, si te gusta bien y si no, también. Claro cristalino.

La pregunta es: ¿Estamos más cerdos porque sí, o es la edad? ¿Son los tiempos que vivimos o es nuestro propio tiempo interno? Es buenísimo que nos haya tocado vivir en tiempos donde el sexo ya no sea más un tabú ni esté mal visto que experimentemos, pero también es cierto que a cierta edad ya estamos todos de vuelta de muchas cosas y lo único en lo que estamos enfocados es en disfrutar del sexo sin mayores prejuicios ni cortes.

Sea como sea, es todo muy de puta madre.

Autor: Lola Mercury