Siempre vuelven, tarde o temprano, pero SIEMPRE. No, no hablo de las oscuras golondrinas de Bécquer. Me refiero a esos seres con los que un tiempo atrás tonteaste o hiciste alguna cochinada.

¿No os ha pasado alguna vez que después de meses sin saber de ellos un día cualquiera te escriben? Pues a mí sí. Y me suelo quedar mirando la pantalla del móvil con una ceja enarcada pensando “¿y este ahora qué quiere?”.

giphy

Pues bien… ESTOY HASTA EL MOÑO (por no decir otra cosa) de que hagan eso. Hace dos o tres días me escribieron dos señores preguntándome que cómo me iba la vida para después tantear terreno y ver si podían echar el anzuelo. Total, si cae, cae. A los dos les dije ya dos veces que no y que no. QUE NO. Pues ahí siguen. Esta vez a uno de ellos le solté que tenía novia, a ver si así lo pillaba de una vez. Porque aquí la señora no le gusta ser una borde, ni creo que sea condición indispensable serlo para que te entiendan. ¿Cuál fue su respuesta? Pues que si algún día nos apetecía trío que le avisara.

Fue en ese momento cuando empezó a hervirme la sangre y después el instinto asesino salió por todos y cada uno de los poros de mi piel.

Si ya me jode repatea tener que ir con lo de “tengo pareja” para que me tengan que dejar en paz, imaginaos mi cara cuando le importó dos mierdas que uno, “tuviera” pareja, y dos, que fuera MUJER (siendo él hombre).

¿Sabéis por qué me cabrea tanto este asunto? Porque parece que solo siendo un ogro o bloqueando a la gente, con la que en un principio no tengo ningún problema, es la única solución a poner punto final a algunas historias. Porque me saca de quicio tener que decir “tengo pareja” para sentirme más segura que con un simple “no”. Porque ni eso parece que es un impedimento para seguir intentándolo y presionar. Porque nuestros “no” no significan nada para ellos. “Se están haciendo las difíciles” piensan. Pero entonces que me expliquen cómo puedo rechazar a la gente cuando un “sí” y un “no” significan los mismo y si me pongo borde entonces soy una maleducada. ¿CÓMO? EH ¿CÓMO?

Y para colmo si nos ponemos bordes o los bloqueamos, con suerte, nos dejan en paz pero no porque lo interpreten como un “no” definitivo, sino porque se indignan ante el rechazo y nos ponen de putas para arriba.

Esto va para vosotros: podríais, así como sugerencia, miraros esas feas costumbres, analizarlas y daros cuenta de que NO TIENEN SENTIDO ALGUNO.

Gracias.

Aitana KT