No es broma. Efectivamente, ahora salgo con un chico que tiene la piel de dos colores. Me dice él que a esta condición se le llama vitiligo y no para de quejarse de que es un coñazo y que no veas en verano, el sol, las quemaduras. Mis amigas dicen que es algo muy exótico, bueno, de exótico el chaval tiene poco, que es de Burgos. A mí todo me suena a chino, porque me encanta. Fin de la historia.

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No recuerdo lo que pensé la primera vez que vi que sus brazos no tenían el mismo color, pero sinceramente, ahora me da lo mismo. Ahora cada vez que lo desnudo repaso una a una sus manchas, que para mí son un mapa de lo inesperado. Siento que es mi oportunidad de repasar un cuerpo que es de lo más especial que me encontraré. ¡Pero qué aburridos son los cuerpos de un color! ¡El mío no tiene nada especial para ofrecer! No sé decir con exactitud cómo es cada parte de su cuerpo y tampoco quiero. Lo que quiero es que cada vez que lo vea sea todo una sorpresa.

Cuando le digo que su piel me parece algo increíble, él no dice nada, pero veo lo que pasa y es que está incómodo. Cómo no va a estarlo, en esta sociedad amargada en la que a todos los que somos simple y llanamente diferentes no quieren que quepamos. Sí a mí, que bailo entre una 40 y una 42, las dependientas del Brejca me miran con cara de desprecio y siempre he sido la gordita del grupo. Bah.

Como es la primera persona que he conocido con vitiligo, he tenido que investigar. Leo que a Chantelle Williams la colocan como una de las ‘tops’ de los «bellos defectos». La frase me sienta como una patada y hasta me dan náuseas. Porque, ¿Qué es realmente un defecto? ¿Sabe este periodista lo genial que es ver algo que es único entre miles de personas? Y es de esas cosas únicas realmente: sólo padecen vitiligo entre el 0.5 y el 3% de la población.

Y así veo también que hay UNA MODELO fichada por una marca y, por supuesto, la marca es Desigual que son (o quieren ser) los más chulos. Y yo pienso, no se dan cuenta de lo bellas que son estas personas, de lo magníficas que pueden parecer. Lo que sí me duele es que nos perdemos una belleza tan especial, solamente porque en algún momento de nuestras vidas se nos mete en la cabeza la idea de que sólo se puede ser de un color, de una talla, de una estatura.

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Por mi parte, decididamente, y por todo lo que tenga que durar, me quedo con un cuerpo que tiene tanto que entregar, y todo en technicolor. Desde sus besos hasta los dedos de los pies.

Autor: PB.