Hoy me he levantado con mal pie, y es que no hay nada más triste que darte pena a ti misma.

Sí, señores, llevo días dándome pena y os voy a explicar el porqué.

Resulta que soy heavy user de las apps de online dating. En cristiano, llevo años usando el móvil para ligar a través de Internet, ya sea para un polvete puntual, unas birras que no llevan a nada o algo que hasta la fecha no ha sucedido, encontrar al amor de mi vida.

En mi historial de citas ha habido de todo. Entendiendo de todo como que de unas 30 o 40 citas que habré podido tener, uno 30% han ido bien y el resto han sido un jodido desastre. Como todo el mundo, estaréis pensando, pues probablemente. Lo curioso en mi caso es que todas las veces que los encuentros han resultado un auténtico FAIL ha sido por algo relacionado con mi peso. Y no lo digo yo, lo dijeron ellos (los cobardes lo dejaron caer indirectamente, que para el caso es lo mismo).

Antes de que me preguntéis, os diré que en mis perfiles de este tipo de apps pongo toda clase de fotos. Incluidas de cuerpo entero y hasta de perfil, no vaya a ser. Me dejo ver desde todos los ángulos para que ninguno se lleve la ‘desagradable’ (ejem) sorpresa de que ha quedado con una gorda sin saberlo. Pues bien, incluso así, llegado el momento de verse, me he llevado frases del tipo:

– Yo pensé que la foto era de broma.

(Claro, que para hacer bromis pongo fotos de señoras XL, qué risa tronqui)

– Lo siento, no sabía que eras el doble que yo.

(ni yo sabía que tú eras la mitad de listo que la menda)

– Ah, pero que eres gorda de verdad.

(no amigo, espera que me quito el traje de albóndiga)

Uno, el más sincero de todos, me comentó que se había hecho una idea equivocada en su cabeza. Que a pesar de que yo le había insistido en que estoy gorda, él había preferido imaginarse una Ashley Graham con la que fantaseaba mientras hablábamos por whatsapp. Cuánto daño están haciendo sin querer las modelos plus size, que ahora cuando les  dices que estás como un tonelete, te imaginan ASÍ de gorda.

Holi, por algo ella es modelo y yo no
Holi, por algo ella es modelo y yo no

El caso es que más de uno me hizo sentir como que yo era un fraude, que les engañaba y me hacía pasar por modelo cuando no lo era… ¡manda huevos!

Y rechazo tras rechazo me fui creando una coraza que esta semana ha llegado a su punto álgido. Estoy triste porque me he dado cuenta de que mi carta de presentación es ‘Hola, me llamo Fátima, y de verdad que estoy gorda, ¿eh?’. No me digáis que no es patético. 

Como si lo más relevante, lo que más caracteriza a mi persona sean los kg de más que arrastro. Y nada más lejos de la realidad. Con lo maja, lista y divertida que soy, ¿por qué tengo que asegurarme de que sepan que estoy gorda para evitarme yo el rechazo y el mal rato? ¿No será mejor si ellos dejan de fantasear con lo que realmente les gustaría, para dar paso a lo que realmente ES? A mi también me encanta pensar que estoy hablando con Brad Pitt, pero ya he visto tus entradas incipientes y tu metro 60 en fotos y oye, tienes tu punto. No te voy a culpar por no parecerte a él, PORQUE YA TE HE VISTO ANTES Y AÚN ASÍ TE HE DADO BOLA.

Señores, las chicas XL no se photoshopean para parecer más gordas en las imágenes que en la vida real. Si has visto mis fotos y estás hablando conmigo, ya sabes lo que hay. No intentes después darle la vuelta a la tortilla para hacerte el ofendido porque ‘una gorda te ha engañado’. Cómprate unas gafas (y una vida) y déjame en paz.

Hola, me llamo Fátima y soy divertida, lista y un poco cabezota… ¿y tú?

Fattie Bradshaw