Para mí, existe el primer amor, eso es innegable. Es… demostrable. Las primeras mariposas en el estómago, el primer beso (si es correspondido), ese sentimiento de que no puedes vivir sin él (o ella), etc. Es algo que puede comprobarse y seguro que todos nos acordamos de quién fue nuestro primer amor. Sin embargo, no creo que exista la media naranja.

Media naranja

¿Cómo puede haber solo una persona en el mundo que nos complemente, nos haga mejores y esté destinado a pasar toda la vida a nuestro lado? ¿Y si se acaba antes? ¿No lo era y tenemos que resignarnos a que ya llegará o lo era y la resignación debe existir por haberlo perdido? Para mí no existe porque, en primer lugar, sería idealizar al otro. ¿Me estás diciendo que eres mi gran amor y anoche nos enfadamos porque no bajaste la tapa del inodoro? WTF?

Ungry

Por otro lado, supondría que solo hemos de vivir el amor plenamente una única vez en la vida. Si eres feliz con tu pareja y os hacéis ancianos juntos, genial. Pero imagina que ponéis punto y final a vuestra relación ¿Estás ya perdida? Habrá amores diferentes, habrá amores más pasionales, más introspectivos; pero de la misma manera que aún queriendo muchísimo a dos hijos no se les quiere igual, no pueden compararse unos amores y otros y ponerles en una escala para saber cuál es mejor. Así solo conseguirás idealizar al que se ha ido (aunque en su momento hubiera días en los que te hacía la vida imposible) y restarle oportunidades al que está por venir, que nunca será suficientemente bueno.

Idealizar amor

El gran amor da por ello que siempre nos mantenemos iguales, inalterables. Si dos personas están hechas la una para la otra, ¿cambian también la una al lado de la otra? ¿Se adaptan en todo momento a esa evolución? No lo creo… Como pareja somos uno solo, pero como individuos somos independientes. Que la vida o personalidad de uno tome unos derroteros no quiere decir que la del otro también, de hecho sería egoísta pensarlo.

Siameses

Es por ello que pienso que hay amores cortos y amores para siempre. Amores del bueno y amores que matan (y de los que es mejor huir) pero que tenemos que abrirnos al AMOR, en mayúscula; sin dar por hecho que hay que esperar a una única persona ni poner de manifiesto que solo el amor romántico es el válido.