A veces las casualidades de la vida te llevan a situaciones curiosas. El otro día mientras leía Twitter vi este artículo. El título me llamó la atención y cuando empecé a leerlo se me empezó a acelerar el corazón. El artículo me llegó demasiado, me emocionó tanto que no pude sino aclarar mis sospechas yendo a lo que yo pensaba que era la fuente.

Le pregunté, «¿has escrito tú esto?». Su sonrisa pícara y el rojo de sus mejillas dejaron claras mis sospechas. Mi novia había escrito ese artículo.

Me gustaría aprovechar estas líneas para dar la visión de  «el otro lado».

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Nunca he sido una persona que sepa leer bien los sentimientos de los demás, muchas veces ahogo los míos propios en capas y capas de ironías, segundos sentidos y payasadas. No puedo evitarlo.

Desde el momento que nos conocimos supe que Ella no era una chica con la que sólo quería una relación esporádica, de esas ya tenía, sino que quería estar con ella a todas horas. No voy a decir que me enamoré desde el primer momento, pero sí supe que la quería a mi lado, y deseaba que ella también lo quisiera.

Con el tiempo, y según fuimos tomando más y más confianza, la fui conociendo mejor y poco a poco fue compartiendo sus inseguridades conmigo.

Que una persona tenga inseguridades es algo malo, por supuesto, pero que la persona más maravillosa que has conocido decida compartir sus miedos contigo es algo que creo que es muy importante. No creo que haya nada más íntimo para una persona que sus miedos.

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Convivir con una persona es serio, es un punto de inflexión en la relación. No puedes convivir con una persona sin ser quien eres. No puedes ponerte filtros, y no puedes ponerle filtros.

No voy a decir que sea fácil vivir con una persona con las inseguridades que pone en su artículo. Vivo en un constante miedo. Miedo a verla sufrir, miedo a que caiga en una depresión, miedo a que piense que no la quiero y me deje, miedo a decir o hacer algo que haga brotar esas inseguridades. En resumen, tengo miedo a sus miedos.

Tampoco es fácil mantener la compostura cuando la persona que más quiero cree que tus miradas son artificiales y que en realidad no la miras con deseo. Es difícil no derrumbarte cuando sus miedos la inundan y sólo quiere desaparecer.

Con frecuencia, Ella me recuerda lo afortunada que es al tenerme y que la quiera tal y como es. Pero no podía estar más equivocada. El afortunado soy yo. Soy afortunado por tener a una persona con la que he conectado desde el principio, con la que yo también me puedo mostrar como soy, una persona tan bella que no puedo dejar de mirarla y quedarme anonadado intentando buscar palabras que puedan expresar el amor que siento y que ante la pregunta «¿Qué piensas?» sólo pueda responder: «Que me caes muy bien», o «Que te quiero» sabiendo que esas palabras no expresan ni un 1% de lo que realmente siento.

Por eso, en esos momentos en los que está derrotada respiro profundamente, y me pongo a su lado intentando ser su chaleco salvavidas. No sé nada de relaciones ni cómo actuar en situaciones así, sólo sé estar ahí, quieto, aguantando el temporal, pareciendo calmado cuando por dentro estoy llorando, ignorando gestos y comentarios feos y destructivos porque sé que en realidad me quiere y no es ella quien habla, sino sus inseguridades.

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No es fácil, pero Ella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Así de claro. No se cómo explicarle que no tiene que tener miedo de que algún día se me caiga la venda de los ojos porque nunca la he tenido. Siempre la he visto tal y como es, maravillosa, preciosa, despierta, divertida, inteligente,  dicharachera, cariñosa, trabajadora….etc…etc. No se cómo hacerle ver que me gusta su aspecto físico sin importar lo que diga una báscula o una talla de ropa, que adoro acariciarla y besarla. Que aprovecho cualquier despiste para echar una mirada furtiva y verla desnuda sin que se tape.

Tampoco sé cómo explicarle que siempre que tengo la oportunidad de pedir un deseo, deseo que tenga más autoestima y que desaparezcan sus miedos e inseguridades y que se quiera más.

En definitiva, no sé cómo meterle en la cabeza que la quiero a Ella. Que me gusta Ella.

Autor: RM