Supongo que todas habéis oído eso de “un hombre y una mujer no pueden ser amigos porque siempre habrá tensión sexual”, si eres heterosexual. A las que sois homosexuales, seguramente algún “amigo” os habrá dicho que no os quiere presentar a su novia por si se la robas o alguna os habrá dicho eso de “uy, no te enamores de mí”; por favor, ni de coña.

Pues imagina que te pasan los dos casos porque eres bisexual (o pansexual) y tu vida se convierte en un: “uy, no puedes ser amiga de otro hombre porque habrá tensión sexual, ni de otra mujer porque también habrá tensión sexual”. ¿Y te quedas sin amigos/as? No, por ahora está aceptado que seas amiga de hombres homosexuales con mucha pluma (gracias por no dejarme totalmente sola).

Hasta que no llegué a la universidad y me sentí más libre para vivir mi sexualidad, no había notado estos clichés. Y me encontré con “amigos” que se vuelven especialmente pegajosos con su novia porque tú estás cerca; curiosamente esto no lo he notado con mujeres. Otros te dicen si quieres hacer un trío con su novia porque claro, eres bisexual y seguro que te encanta. Pista: no.

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Ahora viene el caso que se lleva la palma: cuando una de tus mejores amigas también es bisexual. Vamos, aquí os convertís en la pareja del año, todos los tíos os dicen de hacer un trío (qué manía con esta fantasía, de verdad), todo el mundo va a pensar que tenéis algo (aunque tengáis pareja, qué más da) y, en muchos casos, a su pareja le caerás mal porque está verde de celos.

Superadlo. Las personas bisexuales no nos queremos pasar por la piedra a todo ser humano. Sí nos gustan las mujeres, sí nos gustan los hombres, no todas las mujeres, no todos los hombres. Podemos tener amistades de cualquier género y que se quede en eso. Y no vamos a robarte a tu novia, pero tal vez ella decida libremente pasar de ti para venirse con nosotras y nadie la culparía.

Lidia E.S