La noche del sábado fue de esas típicas noches, una como otras mil que ya has vivido junto a tus colegas. Saliste a beber (cerveza), te cambiaste de garito (cervezacerveza), fuiste a otro local que estaba cerrado y luego pasaste por el de la esquina cutre, pero a esas alturas ya, ¡qué más daba! (traducción: cervezacervezacerveza – cambio a cubata).

Fuiste a bailar, chillaste, tropezaste un par de veces y, pese a ir un poco bebida (cubatacubata) disimulaste con gracia y estilo. Saltaste y cantaste dejándote la garganta (chupitosdeJagger) y, cuando te quisiste dar cuenta eran ya las cinco de la mañana y tú no habías hecho más que empezar. Pero tus amigos te arrastraron a coger los bártulos, luego al metro y fin de la noche.

a3e6acea-6e37-4292-ba5c-82aae6b9982f

Una noche más… Hasta que tu amiga, justo cuando están llegando al portal de tu casa sola, te manda un Whatsapp revelador: “Tía, se te cae el chocho por él”. Y no acaba ahí. “Y se te nota”.

Mirando el móvil mientras esperas al ascensor, pronto, rebobinas toda la noche en tu cabeza, reventándote los sesos hasta quedarte calva. Escenas en slow-motion, diálogos repetidos en el disco duro de tu cerebro, todos aquellos momentos en los que hablaste con tu amigo, ese que salía con vosotros, ese que secretamente siempre te ha parecido adorable pero que nunca pensaste que nadie lo supiera o que fuera algo obvio o real. Mientras el ascensor sube y baja, tú te quedas patidifusa en el portal y los whatsapps de tu amiga siguen cayendo como piedras (y en mayúsculas, para acentuar, por qué no).

“No sabes cómo mueves el cuerpo delante de él”. ¿Hola? ¡Pero si estabas bailando!

“Es el tonteo más bestia que he visto en AÑOS”. ¿Tonteo? ¡Pero si estábamos de cervezas todos, de cháchara, COMO SIEMPRE!

“ESTABAS CAZANDO”. Estabas borracha, estabas graciosa, te sentías divertida… ¿Eso es cazar?

“Tonteas con él a un nivel serio de follar”. Bam.

18ee6966-5fca-4285-8ca2-efd4d8a5efdc

Y ya no lees de corrido los “Buscas cuello”, “juro que los demás flipamos”, “era como ver un documental”… Tu cabeza retumba y piensas en todas las veces que tu mente pensaba que decía una cosa pero tu expresión corporal estaba gritando otra.

Efectivamente, se te cae el chocho por él. Pero ahora vuelves a la frase que venía tras ello. “Y se te nota”. Pronto hiperventilas y un millar de dudas vienen a acompañar a ese cosquilleo tonto de la boca del estómago, llámalo nervios. Se nota significa que ÉL lo nota. Él lo nota significa que todo aquello que os habéis dicho ahora puede tener otra intención, que lo que tú pensabas que era amigable para él, sabiendo que tu chocho se te cae por su culpa, es una señal como El Escorial.

Podrías buscar en Google el significado exacto de “caerse chocho por alguien” pero lo ahorras por lo que pueda pasar y ahora sí, que sí, te subes al ascensor y de vuelva a casa, dándole vueltas.

53111ab3-4fb9-42d5-a5fa-c401974db389

¿Te gusta tu amigo? Te gusta alguien y tu cuerpo lo sabía antes que tu cabeza y ha tenido a bien explicárselo con señas al resto de tus amigos para que te tradujeran las señales.

¿Puede pasar eso? Complicado, pero no imposible. Puede pasar, puedes ser la última en enterarte de que estás loca por alguien. Peores cosas se habrán visto, seguro.

Pero no para ahí el bombardeo de tu cabeza. ¿Y ahora qué? ¿Cómo cambia tu vida cuando alguien te gusta? ¿Cuándo ÉL, nada más y nada menos, te gusta? Porque, se honesta contigo misma, lo tenías que sospechar. Es como esos casos de mujeres que no se dan cuenta de que están preñadas hasta que dan a luz y hasta el momento en sí de romper aguas solo pensaban que “habían cogido un poquito de peso”. No me jodas, señales había, pinchazos, náuseas, algo debiste sentir, pero lo malinterpretaste.

ee96871e-0ae0-48e1-8fd9-603af46654f4

Pero ahora que lo sabes (que estás enamorada, no preñada) pronto vuelves a la adolescencia, o más bien lo relacionas con esa etapa porque fue cuando empezaste a sentir cosas parecidas por primera vez. Alboroto en tus entrañas que sube hasta la garganta. Te tiemblan las manos, piensas en él TODO EL RATO. Y la sorpresa no te abandona: pero cómo es posible que no supieras que te gustaba alguien hasta que la información cayó sobre ti como un chaparrón inesperado de abril.

f9988f3e-d475-4392-8ce0-1c9050b45fda

Pues sí nena. No te enfades con tu amiga, esa del Whatsapp, y mándale un emoji bonito (el langostino, por ejemplo). Háblalo con ella, y probablemente te dirá que todo el mundo lo sabía desde hace tiempo, que pensaban que era algo de broma o una inclinación simple de simpatía (inclinación de simpatía no se traduce en inclinación chochil, como acabas de averiguar). Así que respira, toma aire fuerte, hazte un té, come un bizcocho o dos y prepárate para la siguiente fase. Tener el chocho caído por alguien puede ser un asco pero es, en definitiva, maravilloso.

Fdo. Mrs. Pompa.