Todos sabemos lo que es la violencia de género y cómo se debe actuar ante un caso de maltrato. Sin embargo, existen muchos tipos de maltrato, no sólo físico. Vengo a hablaros del maltrato psicológico.

Yo fui maltratada psicológicamente. Y esto que he dicho así tan fácil, tan de golpe,  tan ¡hala!, no es algo que supiera en el momento, ni que asumiera cuando estaba pasando. Han pasado años hasta que he conseguido entender qué pasó en esa etapa de mi vida. Era joven e inocente y también tenía la autoestima más baja del mundo, debido a experiencias amorosas previas. Pensaba eso de “nadie me va a querer nunca” y “voy a estar sola toda mi vida”.

Apareció él, con palabras preciosas y haciéndome reír. Y aunque yo le dije que no estaba segura de querer empezar una relación, insistió hasta que finalmente accedí a intentarlo. Muy pronto desaparecieron las palabras dulces y bonitas. Ya no me hacía reír y me confesó que estaba conmigo porque fui la primera que dijo que sí, pero nada más allá, nada más especial. Y yo seguí con él porque pensaba que no me merecía nada mejor, que me iba a quedar sola si no.

Pronto aparecieron los “no tienes ni idea”, “no sabes nada”, “eres una cría” y el ignorarme cuando quería discutir sobre algo. A su lado sentía que todo lo hacía mal. Me sentía ignorante, inservible, inferior. Me dijo que él intentaba que yo fuese feliz pero que estaba enferma y jamás sería feliz. Así, yo asimilé que ese iba a ser mi estado natural para el resto de mi vida. Siempre me iba a sentir mal, vacía por dentro. Nunca sabría qué era la felicidad.

 Jamás sentí su apoyo en proyectos personales o profesionales, por lo que dejé de ponerme metas, de hacer cosas. Nada de lo que yo hacía era importante al lado de sus cosas.

Cuando conseguí trabajo, propuso que nos fuésemos a vivir juntos. Yo no quería pero, como siempre, finalmente accedí. Él no trabajaba y empezó a vivir de mi dinero, de mi esfuerzo. De ese trabajo por el que no valía la pena preguntarme pero que sí disfrutaba económicamente. Dejé de hablar de mi relación con mis amigos porque todos se quedaban ojipláticos cuando les contaba lo que estaba pasando y yo no quería escuchar el temido “déjale”. Por otro lado, me prohibió que hablara de él con otras personas, aunque él sí hablaba de mí.

Llegó un punto en el que me di cuenta que no podía seguir así. Yo le quería (o eso pensaba) pero esa relación era inviable. Intenté hablar con él y exponer que ambos no estábamos bien. Prácticamente se rió de mí y me dijo que nadie me iba a querer nunca. No me dejó dejarle. Lo intenté otras veces y siempre me chantajeaba emocionalmente: que cómo le podía hacer eso, con todo lo que me había dado; que él no me importaba nada; con lo difícil que era estar conmigo; que era normal porque no le quería… Etc, etc. Pasaron años. AÑOS. Me sentí mala persona, creí que podía hacer daño a cualquiera que se me acercase, que no era merecedora de nada bueno en la vida, que él me estaba haciendo un favor por estar conmigo. Y lo peor es que pensaba que eso era el amor.

unnamed (1) Hasta que conocí a unas personas y no se lo dije. Comencé a hablar con mis nuevos amigos a escondidas, como si fuese una infidelidad. Empecé a salir con ellos cuando él no estaba. Y por primera vez, en muchísimo tiempo, fui yo. Y vi cómo me aceptaban y -lo más importante- me querían tal y como yo era. Me lo demostraban y me apoyaban. Algo estaba cambiando en mi vida. Mis nuevos amigos me dieron la fuerza que creía perdida. Cambié y él se dio cuenta así que le conté que tenía amigos nuevos y me dijo que en cuanto supieran cómo era yo de verdad, me abandonarían. Pero esta vez ya no le creí.

Mi autoestima fue aumentando, recuperé la confianza en mí misma y antes de que yo le pudiera decir, definitivamente, que se había acabado, me lo dijo él y se fue.

unnamed (2) Lo peor de todo esto es que él no sabe que es un maltratador psicológico. Dudo de que hiciera nada conscientemente, no creo que se haya dado cuenta de todo aquello. Y seguramente lo pueda repetir con otra pareja. Para detectar el maltrato psicológico basta con escuchar a los de tu alrededor, la gente se preocupa por ti y no tienes nada de lo que avergonzarte. Si no eres feliz, si no eres libre en tu relación, si no te sientes tú, eso no es amor.

Autor: @margarinalight