Una echa la vista atrás y sin poder evitarlo recuerda todas aquellas relaciones que terminaron. No importa el motivo de la ruptura ni de quién fue la culpa…todas ellas se quedaron por el camino y pasaron a engrosar nuestra lista de los llamados fracasos.

Las rupturas no son plato de buen gusto para nadie, por eso cuando la relación termina queremos alejar la sombra del reciente ex de nosotros porque no es más que una prueba de que no acertamos en nuestra elección. Y como no acertamos y estamos dolidos, miramos ese pasado con despecho e incluso llegamos a arrepentirnos recriminándonos en qué pensábamos para embarcarnos en aquella desventura.

No triunfó el amor y como no lo hizo ¿fue un error? NO. Qué queréis que os diga, soy de esas personas optimistas (a veces) que cree que todo tiene su lado bueno y  las relaciones, del tipo que sea, no son una excepción. Por eso mismo estoy tan de acuerdo con aquello que dijo Marilyn Monroe y que titula esta entrada: Si te hizo feliz no cuenta como error.

No nos engañemos, cuando una relación llega al final nos importa un carajo si nos hizo feliz o no, si los momentos buenos superaron en número a los malos, porque nos sentimos tristes y todo lo demás carece de importancia. Y cuando por fin una es consciente de lo sucedido, podemos tener la sensación de haber perdido un tiempo maravilloso porque el tío que tanto te gustaba resultó ser un capullo, porque queríais cosas diferentes o por lo que sea. Pero una vez pasado el tiempo, cuando una piensa en aquello que fue y ya no es, debemos reflexionar ¿De verdad todo aquello cayó en saco roto? ¿Solo fue un error que quieres olvidar?¿Acaso no vivisteis ningún momento digno de ser recordado?

Ojo no hablo de segundas oportunidades, ni nada de eso, solo hablo de que deberíamos desterrar la palabra fracaso de nuestro vocabulario.  Porque si en alguna ocasión te has sorprendido sonriendo al recordar algún momento que viviste con tu ex, entonces, querida amiga puedes estar segura de que aquello no fue un error. Si al recordar todo lo que compartiste con esa persona te encuentras con momentos felices,  mereció la pena. No los dejes atrás solo porque la cosa no cuajó.

Si esbozas una sonrisa al rememorar las veces que te llevó el desayuno a la cama o cuando os colasteis en aquel concierto o cuando estuvo a tu lado cuando creías que tu mundo se iba a derrumbar…entonces no fue un error.

Aunque ya no sepas nada de él, ni quieras verlo ni en pintura, aunque te hiciera daño o tú a él o simplemente el amor desapareciera…quédate con la sonrisa.

Preocúpate si en alguna de esas relaciones no sacas nada bueno, si todo fueron decepciones, si no hay nada que salvar. En este caso, aprende la lección y procura no volver a tropezar con esa piedra. Pero si entre las cenizas aún queda algo que pueda salvarse, rescátalo y guárdalo con cariño.